De cáscara roja (o amarilla, en algunos casos), pulpa bien jugosa y aspecto muy, pero que muy instagrameable. No se trata de una adivinanza, hablamos de la pitaya, pitahaya, fruta de dragón o warakko. Su nombre en haitiano significa literalmente 'fruta escamosa' y nace de una planta muy parecida a un cactus. Esta fruta comenzó ganando popularidad entre las celebrities, pero ahora su consumo se ha generalizado y está arrasando. ¡Incluso ya puedes encontrarla en algunos supermercados! Pero, ¿qué es exactamente la dragon fruit y qué la hace tan especial?
El origen de la pitaya se encuentra en Centro América y existen variedades diferentes, a destacar: de cáscara roja (o rosada) y pulpa roja, de cáscara amarilla y pulpa blanca o de cáscara roja y pulpa también blanca. No obstante, ¡existen bastantes más! Estas solo son las más habituales. Y si te estás preguntando a qué sabe... Presenta notas dulces y una textura muy parecida al kiwi. Su pulpa, además, está repleta de pepitas perfectamente comestibles.
Propiedades nutricionales y beneficios
Se la conoce como 'la fruta de las 50 calorías' porque precisamente contiene en torno a 50 calorías por 100 gramos de producto. Eso la hace ideal si estás siguiendo alguna dieta ligera y de pérdida de peso. Su alto contenido en agua (más de un 80%) la convierte en una fruta con propiedades diuréticas que puede ser tu aliada frente a la retención de líquidos, entre otros. Sus semillas, así mismo, tienen un efecto laxante y te ayudarán a regular tu tránsito intestinal. Y como bonus track, la pitaya es rica en tiramina, una sustancia que estimula nuestro organismo para utilizar las reservas de grasas y azúcares.
Las grasas son casi inexistentes (no llegan a 0,5 gramos por cada 100) y contiene unos 14 gramos de hidratos de carbono. Es rica en vitamina C, lo que convierte a la pitaya en un poderoso antioxidante que retrasa el envejecimiento de nuestras células, genera colágeno y combate los radicales libres. Además, favorece la absorción del hierro.
Usos culinarios y recetas
Y ahora, lo esencial: ¿cómo se come la pitaya? Por su aspecto, a priori puede parecer una fruta algo complicada pero nada más lejos de la realidad. Además de compartir algunas características con el kiwi, puedes comerla igual que éste: partiéndola a la mitad y comiendo directamente a cucharadas, en crudo. También puedes vaciar la cáscara fácilmente y cortar la pulpa en dados o rodajitas. Su sabor y aroma (dulce, suave y agradable) la hace perfecta para degustar sola pero también puedes regarla con jugo de limón para potenciar su sabor.
Y como la cocina es el lugar perfecto en que ponerte creativa, también podrás elaborar recetas con la pitaya. Si eres fan de los puddings de chía o los bowls con frutas y yogur, la fruta de dragón quedará ideal en cualquiera de ellos. Y no solo eso, porque también puede convertirse en el ingrediente estrella de smoothies, cremas o incluso recetas de repostería como la tarta de queso o unos pancakes. ¡Incluso en formato cóctel! Y tú, ¿te animarías con esta fruta?