Las palmeras rellenas que han conquistado el barrio de La Latina de Madrid
Estas palmeras rellenas han sido todo un éxito en el barrio de La Latina de Madrid.
De nata, fresa, chocolate blanco, mermelada, frutos del bosque, trufa, fondant, violeta, dulce de leche... Estos y más sabores recubren y rellenan estas famosas y deliciosas palmeras de 300 gramos, textura crujiente e interior cremoso que han conquistado el barrio de La Latina en Madrid. ¿Sus precios? 3,15 y 4,15 euros.

Corteza & Miga
Estas exquisitas palmeras son el fruto de los sacrificios que ha afrontado el madrileño Iván Fernández para montar su propia panadería; Corteza & Miga. La cual cuenta ya con tres panaderías en Parla, una nueva en La Latina y proyectos futuros. Y es que, Iván Fernández soñó desde niño con la idea de convertirse en el panadero que es hoy. El deleitoso olor a pan recién horneado que le llegaba cada amanecer del obrador de Dueñas, Palencia, fue el detonante para que el madrileño se encandilase de esta profesión.
Sin embargo, el proceso no ha sido fácil, el éxito que ha cosechado Corteza & MIga esconde mucho trabajo sin descanso, a veces casi literalmente. "Recién abierta dormía en un saco de harina y luego me hice con un cartón. Si tengo mucho trabajo lo sigo haciendo" afirma Fernández en el diario El Español.
Su constancia le ha llevado incluso a la fama, su última incursión como tendencia de la capital ha sido debido a las aclamadas palmeras rellenas de las que hablábamos anteriormente que ha provocado que instagramers y tiktokers las hayan convertido en viral y con ello haya aumentado el volumen de ventas. Hacen doscientas al día y tras formarse largas colas en menos de un par de horas se agotan. Fernández expuso a Madrid Total que para ellos es en parte una "desgracia" no haber previsto este boom. "Acabamos de llegar y no queremos morir de éxito. Tenemos clientes descontentos porque no han conseguido palmera", explica.

Corteza & Miga
Su filosofía tiende al fenómeno de la desaceleración, ya que con sus panes y dulces artesanales tratan de ganarle terreno a la panadería industrial y eso les dificulta seguir los ritmos que marca la fama. La artesanía, la calidad y la diferenciación lleva su tiempo. De hecho, en su obrador de Parla llevan tres meses enseñando a una repostera para que haga palmeras únicamente y hasta marzo no habrá terminado su formación.
Lo que Iván Fernández tiene muy claro es que no quiere que la viralidad perjudique su negocio. Corteza & Miga ya ha tenido una experiencia espinosa con la fama. Sus panaderías en Parla recibieron multitud de críticas cuando por el Día de Todos los Santos hicieron dulces con forma de tumbas y por encargo grababan nombres en las lápidas como: 'Ayuso, 'Sánchez', 'Sanidad', 'Putin', etc. Ante la ola de juicios aclararon que no le desean la muerte a nadie y que simplemente se trataba de humor.
En cuanto a proyecciones futuras, Fernández pretende incluir más productos de repostería y bollería en su carta. Por supuesto, sin faltar a su especialidad; los rellenos, como sus deliciosos croissants francés de mantequilla con mermelada de albaricoque en su interior y sus exquisitas palmeras. Asimismo, les gustaría abrir una panadería-cafetería para que sus clientes puedan tomar allí sus productos artesanos en un ambiente icónico medieval; en el que no faltaría la decoración, vestimenta e incluso músicos medievales en directo. Otro de sus sueños es la de abrir Corteza & Miga en ciudades medievales como Toledo.