Mercadona ha incluido nuevos productos en su catálogo, y el que no ha tardado en hacerse viral es su versión de marca blanca, Hacendado, del cruapán, el pan de molde que se hace con masa de croissant.
Hace tiempo que este dulce volvió a ponerse de moda en su versión clásica. Tal fue el boom que no tardaron en aparecer las versiones rellenas, no solo con cacao, también con crema de pistacho y otras combinaciones. Luego llegaron las versiones originales y alternativas hechas con la misma masa pero distinta forma, como los New York roll o croissant supreme, rollitos rellenos que deben su nombre a que fue una pastelería en Manhattan quien primero los vendió (con colas larguísimas de gente esperando para probarlos), los cubos rellenos y los smash croissant.
Fue el pasado otoño cuando apareció otro producto alternativo en el mercado elaborado a partir de la masa de croissant. El cruapán. En realidad, ya habían comercializado este producto, un pan de molde con masa de cruasán, varias panaderías artesanales. Por ejemplo, quien esto escribe lo probó hace tiempo en la madrileña Panem, ganadora del concurso al mejor croissant de España hace un par de años.
Sin embargo, no fue hasta el pasado otoño, cuando Bimbo lanzó al mercado su versión del cruapán, cuando este se hizo viral. Todo el mundo quería probar cómo sabía este pan de molde novedoso a nivel industrial. TikTok generalizó la necesidad hasta tal punto que en pocas semanas todo el mundo había oído hablar del cruapán.
Ha tardado apenas unos meses en desarrollar su versión de marca blanca Mercadona, siempre atento a los productos virales del mercado de la alimentación. Su cruapán, de marca Hacendado, ya está a la venta en todos sus supermercados y también en la tienda online. Se vende en paquetes envasados con el cruapán ya cortado, en diez rebanadas, un número más reducido que el de los paquetes de pan de molde porque, entre otros motivos, el cruapán se corta más grueso.
Su precio es de 2,25 euros la unidad, y su sabor no engaña a nadie: el sabor a mantequilla clásico del croissant se combina con el punto crujiente de la masa hojaldrada. Esta hace que sus bordes, a diferencia del pan de molde clásico, sean las dos rebanadas más cotizadas. Y es que una rebanada (o las dos) de sus bordes, una vez tostadas, son lo más parecido que ha existido nunca al “croissant plancha” que se lleva toda la vida sirviendo en los bares especializados en desayunos.
Al igual que el croissant abierto y a la plancha, puedes poner encima mermelada o una crema de cacao, pero quizá te resulte excesivamente empalagoso. En cambio, no lo será si le pones ingredientes salados encima. No solo la citada combinación jamón y queso; también, por ejemplo, alguna crema de frutos secos o fruta picada.
