Smash croissant, la alternativa al cruapán para tus tostadas que hace la boca agua
El ‘smash croissant’ es una de las alternativas virales en redes sociales creadas a partir de la masa del cruasán.
El croissant está de moda. Es el cupcake de esta década. La diferencia es que al croissant (o cruasán, según la RAE) le hemos tenido cerca siempre. Nunca se ha alejado. Pero ahora es tendencia, ya no es solo la opción atemporal para el desayuno o merienda. Y prueba de ello es que se ha puesto de moda relleno, es viral el cruapán, el cruffin, o el new York roll, todas versiones hechas con la masa de este dulce que es un símbolo de la repostería francesa pero que es famoso en todo el planeta. Un dulce cuya última versión viral es el ‘smash croissant’.
Al buen croissant no le hacen falta añadidos. Esto queda claro cuando uno prueba cualquiera de los que han sido elegidos como mejor cruasán de España desde que se celebra el concurso que lo busca. Pero tiene la virtud de que también funciona de maravilla con alternativas originales. Por ejemplo, relleno de cremas de frutos secos, especialmente de pistachos, otra de las tendencias recientes que cada vez se ve más en panaderías y speciality coffees.
El cruapán ha sido la última gran tendencia en España relacionada con el croissant porque Bimbo lo sacó al mercado, tomando como ejemplo versiones artesanales de esta pan de molde con masa de cruasán que llevan tiempo haciendo panaderías como Panem, en Madrid. Pero a nivel internacional conviven como tendencias vírales en Instagram la versión redondeada que se ha puesto de moda en Nueva York y ahora también la versión aplastada, tipo tosta.
Cómo se hace el smash croissant
Se llama ‘smash croissant’ porque toma el nombre de la hamburguesa de moda, la típica versión del street food estadounidense que lleva la carne a la plancha hecha una bola y se aplasta directamente con la paleta sobre el fuego. Algo parecido a esto es el ‘smash croissant’, que se aplasta con un rodillo hasta dejarlo totalmente aplanado —si te gusta el crunchy del hojaldre exterior y el alveolado del interior, no es para ti—.
Una vez aplanado, se tuesta en la sartén o plancha por los dos lados y se queda como una base de una tosta. Para dejar el croissant totalmente aplastado puedes ayudarte de algún recipiente plano que lo aplaste más si cabe. Si lo haces, como en el post de Instagram que adjuntamos, acuérdate de poner algo limpio que separe el croissant del recipiente que uses.
Una vez listo por los dos lados, duro como una tostada de pan después de salir del tostador o de la sartén, le puedes añadir lo que quieras, dulce o salado, de igual forma que haces con los croissants rellenos. Lo más típico es el salado, con embutidos y quesos, sobre todo cremosos como la burrata, el mascarpone o la ricotta —que no es un queso, ya lo sabemos—, pero también puedes untar una buena mermelada casera, por ejemplo. Otra opción es ponerle miel por encima, la opción que te más te gustará si eres de almíbar en el croissant.
Habrá quien dirá que esto es cargarse la esencia del croissant, y no seremos nosotros quien le llevemos la contraria, pero no deja de ser una alternativa curiosa y original está del ‘smash croissant’. Ya sabes, para gustos están los colores… y ahora también, las formas alternativas de disfrutar del sabor a mantequilla de un cruasán.