Cuello de pavo, arrugas y laxitud son los problemas estéticos más frecuentes que pueden instalarse en el cuello. Dependiendo del grado, se puede usar una técnica o combinar varias para alcanzar el objetivo. Si los problemas son incipientes, funcionan bien la carboxiterapia (100 €, sesión). “Se inyecta CO2 con el fin de mantener la vascularización de la zona y evitar que la piel se vaya afinando”, aclara Espallargas. También mejora la calidad epidérmica los protocolos estimuladores. “La infiltración de plasma rico en plaquetas y los factores de crecimiento hidratan, actúan sobre las manchas y el descolgamiento (400 €, sesión). En caso de arrugas, se pueden se pueden rellenar con ácido hilaurónico o distender el músculo con toxina botulímica. “El bótox disminuye la tensión para que todo vuelva a su sitio (a partir de 250 €, sesión)”, aclara De San Gregorio. ¿Y si hay flacidez leve o moderada? El doctor Miguel J. Aragón, de la clínica Maux, recomienda
hilos de última generación en lugar de los tradicionales monofilamentos, los conformados por minihebras. “Los Premium o JBP V-Lift no solo estimulan la producción de las proteínas de sostén, también tienen efecto tensor y los Silhouette soft (con conos) tienen mayor poder de tracción. Desde 400 €.