Cuenca en primavera
Es la estación ideal para hacer una escapada a la ciudad de las famosas ‘casas colgadas’. Te impactará su arte, te deleitarás con su gastronomía y te enamorarán sus paisajes.

Obra de arte natural
Entre las hoces del río Júcar y Huécar, se asoma esta ciudad que en sí misma es una obra de arte de la Naturaleza, aunque bien pensado la obra es también del hombre, si tenemos en cuenta la osadía que mostraron sus primeros habitantes (allá por el s. VIII) para asentar sus casas entre las rocas. Cuenca es una ciudad Patrimonio de la Humanidad para descubrir con calma mientras subes y bajas sus encantadoras cuestas y entras en los muchos museos que dan cuenta de su importante riqueza cultural. También es una urbe digna de contemplar con perspectiva. Sin duda, el puente de San Pablo es uno de los mejores lugares para admirar ese perfil que forma en el horizonte. Cuenca brilla todo el año, pero en primavera este Paraje Pintoresco, tal y como fue declarada en 1963, saca todos sus colores.

Arte en las casas colgadas
Con sus balcones colgados sobre la hoz del Huécar, estas casas son el icono por excelencia de esta capital manchega. Solo por conocer esta joya de la arquitectura gótica popular (s. XV) ya merece la pena el viaje. Actualmente se pueden visitar tres de ellas: la casa de la Sirena, que aloja un mesón, y las casas del Rey, que alberga el famoso Museo de Arte Abstracto. Fue el pintor Fernando Zóbel quien en 1966 situó allí su extraordinaria colección personal de arte abstracto, poco después de que fueran restauradas. En las diversas salas de este museo (que Zóbel cedió a la Fundación Juan March poco antes de morir) reposan algunas de las pinturas y esculturas más representativas de artistas de la talla de Antoni Tàpies, Antonio Saura, Eduardo Chillida, Pablo Serrano o Rafael Canogar. Su entrada es gratuita. Para crear la gran red de museos que tiene Cuenca, al de arte abstracto se le han unido muchos otros: el de las Ciencias (en pleno casco antiguo), el Diocesano (junto a la catedral de Santa María y San Julián, s. XIII, el monumento más notable de la ciudad), la Fundación Antonio Pérez (situada en el convento de las Carmelitas Descalzas y que expone arte contemporáneo) o el Arqueológico de Cuenca (en la Casa de Curato).

Festival de música sacra
Coincidiendo con la Semana Santa, se celebra en Cuenca su famosa Semana de Música Religiosa, el cuarto festival de música más antiguo de España y una de las razones por las que la ciudad manchega se llena de amantes de la música sacra durante la primavera. Desde su nacimiento, en 1962, este encuentro musical se ha convertido en una cita ineludible para todos aquellos a los que les gusta acudir a conciertos en lugares tan increíbles de la ciudad como la Catedral, el antiguo Convento de las Carmelitas, la Iglesia de San Miguel, la Iglesia de la Natividad de Nuestra Señora (en Arcas, a 15 km de la capital conquense) o la capilla del Hospital de Santiago. Este año, la semana musical se celebra del 9 al 16 de abril. Infórmate del programa de conciertos y del precio de las entradas en la web del festival o en la taquilla del Teatro Auditorio. También hay conciertos con entrada gratuita. Para obtenerla no tienes más que recogerla una hora antes del comienzo en el lugar de celebración.

Un par de rutas senderistas
Para potenciar los grandes atractivos de Cuenca, su ayuntamiento ha creado un par de recorridos por los alrededores que en primavera puedes disfrutar aún más y con los cinco sentidos. Ambos son de unas dos horas de duración. El primero de ellos es el Camino de San Julián, perfecto para descubrir la belleza de la serranía conquense. Parte de la Fuente del Abanico, situada en el conocido Recreo Peral. Desde allí hay que cruzar la pasarela metálica que atraviesa la carretera y subir por la ladera de la montaña. Esta ruta pasa por distintos miradores, en los que podrás contemplar la panorámica sobre la hoz del río Júcar. En poco tiempo llegarás hasta la ermita de San Julián el Tranquilo. A partir de ese punto hay que bajar y continuar hasta la ciudad por un paseo peatonal al pie del Júcar. La segunda ruta recomendada es la Subida al Cerro del Socorro, la mejor para divisar las paredes dolomíticas sobre las que se construyó Cuenca. Comienza en la Fuente del Portland, cerca del Auditorio. Desde allí hay que subir una carretera hasta el Parador de Turismo, desde el que se observan las famosas casas colgadas sobre el Huécar. Para continuar hasta el cerro hay que seguir una senda acondicionada. Allí te encontrarás con el monumento al Sagrado Corazón de Jesús. La vuelta conviene hacerla por el mismo camino.

Guía práctica
Dónde dormir
NH Ciudad de Cuenca. En el centro histórico. Doble desde 53,55 € / noche.Hotel Convento del Giraldo. Ocupa un edificio del siglo XVII. Doble desde 66 € / noche.
Qué comer
Hay que probar el morteruelo, pasta a base de carne de caza, hígado de cerdo, especias y pan rallado.
Aventura
La orografía de Cuenca es ideal para practicar deportes de aventura. En Geaventura organizan piragüismo, tirolina o rutas de senderismo, entre otras muchas actividades.
+Info
turismo.cuenca.es
NH Ciudad de Cuenca. En el centro histórico. Doble desde 53,55 € / noche.Hotel Convento del Giraldo. Ocupa un edificio del siglo XVII. Doble desde 66 € / noche.
Qué comer
Hay que probar el morteruelo, pasta a base de carne de caza, hígado de cerdo, especias y pan rallado.
Aventura
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