Posponer el despertador es bueno según un estudio de la Universidad de Estocolmo

Las investigaciones que han llevado a cabo psicólogos de esta Universidad de Estocolmo revelan que posponer la alarma tiene beneficios para la salud y puede mejorar nuestro rendimiento matutino.
Cortesía de Pexels.
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Dice la sabiduría popular que existen dos tipos de personas: las que se levantan de inmediato en cuanto suena la alarma, o las que prefieren posponerla para seguir durmiendo un poco más o remolonear en la cama. Los primeros nunca entenderán a los segundos y viceversa. Y es que, en muchas ocasiones, todos somos un poquito del otro. Es decir, las personas que odian posponer la alarma seguro que en alguna ocasión que no tuvieran prisa se han quedado un ratito más descansando y la han retrasado. Mientras que los amantes de remolonear en la cama, en ocasiones irán muy justo y saldrán pitando en cuanto suene el despertador.

Y la eterna pregunta es siempre qué es mejor, levantarse directamente tras oírlo o posponerlo. Así que, ahora que ya te hemos hablado de si es mejor dormir sola o acompañada o también qué significa soñar que se te caen los dientes según un psicólogo, ahora la ciencia nos da una respuesta sobre esta cuestión. Según un estudio de la Universidad de Estocolmo, retrasar el despertador no solo no es perjudicial, sino que puede resultar beneficioso para la salud. A continuación te contamos los resultados de esta investigación, pero te adelantamos que es bueno posponer la alarma porque se que reduce la inercia del sueño, que es esa sensación de somnolencia que a veces nos acompaña por las mañanas tras levantarnos.

Por qué es bueno posponer el despertador según este estudio de la Universidad de Estocolmo

Por qué es bueno posponer el despertador según este estudio de la Universidad de Estocolmo
Cortesía de Pexels.

El Journal of Sleep Research, una publicación dedicada a la investigación básica y clínica del sueño que refleja el progreso en este campo y promueve el intercambio de ideas entre científicos a nivel mundial, ha sido la encargado de publicar este estudio creado por los psicólogos de la Universidad de Estocolmo que habla del por qué se utilizan alarmas matutinas intermitentes y cómo estas afectan el sueño, la cognición, el cortisol y el estado de ánimo.

"A través de dos estudios, determinamos los predictores y los efectos de la repetición de alarmas. En el primer estudio, los encuestados describieron sus hábitos de vigilia, lo que confirma que la repetición de alarmas es generalizada, especialmente en individuos más jóvenes y con cronotipos más tardíos. La somnolencia matutina y el sueño más corto también fueron más comunes entre los que dormitan", aseguran en esta publicación. En este caso, únicamente fue una encuesta a 20.000 usuarios de relojes inteligentes que la apagaban desde los mismos.

Pero es que continúan explicando que el segundo, que se hizo esta vez controlando el sueño en laboratorios a personas, "mostró que 30 minutos de repetición de alarmas mejoraron o no afectaron el rendimiento en pruebas cognitivas directamente al levantarse en comparación con un despertar abrupto". En este caso, sometieron a estos individuos a repetir la alarma, y como explican los resultados fueron sorprendentes. Eso sí, dejan claro que la repetición de alarmas provocó alrededor de 6 minutos de sueño perdido.

En definitiva, tras investigar el comportamiento de todos los participantes que optaron por posponer la alarma, en este segundo estudio se asegura que cuando se despertaron finalmente estos tuvieron mejor rendimiento recién levantados en varias funciones cognitivas(velocidad aritmética, memoria episódica...). Es decir, como hemos adelantado antes, posponer la alarma reduce la inercia del sueño, que es esa sensación de somnolencia que a veces nos acompaña por las mañanas tras levantarnos. Por otro lado, también remarcan algo muy relevante: no hubo diferencias significativas en la calidad del sueño nocturno entre unos y otros. Pero también señalan que hay muchísimas otras variables que quedaron en el aire y de las cuales este estudio no sacó conclusiones contundentes.

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