Seguro que has cocido más de un huevo en tu vida y has empleado trucos para que quedaran perfectos. Pero, ¿seguro que lo estás haciendo bien? Te detallamos los errores básicos que estás cometiendo al cocer un huevo.
Por ejemplo, a la hora de echarlos en la olla, no hay que hacerlo cuando el agua ya está hirviendo, al revés, hay que echarlos cuando está empezando a calentarse. Otro error común es poner demasiados huevos en una sola olla, te en cuenta que el calor no se reparte de manera uniforme, por lo que pueden quedar unos más hechos que otros. Lo mejor es cocerlos en tandas más pequeñas.
Si has escuchado alguna vez que añadir un poco de vinagre en la olla antes de agregar el huevo evitará que se agrieten, es cierto, pero también conseguimos cierto regusto ácido que puede arruinar nuestra receta. A la hora de sazonar el agua, también cometemos ciertos errores ya que no se debe hacer ya que podría descomponer nuestros huevos, es mejor agregar la sal o cualquier condimento una vez los hayamos cocinado.
Otra cosa que debemos saber es que los huevos fríos de la nevera son más propensos a agrietarse si los vertemos en agua hirviendo, es mejor es poner los huevos en el cazo, agregar agua fría y después ponerlo a calentar.
No dejes los huevos en el cazo hasta que se consuma el agua ya que pueden cocinarse en exceso. Lo ideal es retirar la olla del fuego una vez el agua hierva, si dejamos reposar los huevos 10 minutos y así los huevos se seguirán cocinando en el agua caliente.
Otro error común es cocerlo con poca agua lo que puede provocar que el huevo esté constantemente en la parte inferior y no se caliente de forma homogénea. Se calcula que lo ideal son unos 7 centímetros de profundidad en el recipiente.
Nunca uses hielo para enfriar los huevos cocidos tras sacarlos de ebullición, esto hará que el interior se siga cociendo y como resultado acabará demasiado quebradizo y seco en el interior.
Y, ¿el tiempo perfecto? 10 minutos para yemas con una textura más suave y 14 para un punto más duro sin llegar a pasarse. Truco de alta cocina.
Sazonar o no el agua
Aunque estemos acostumbrados a sazonar el agua cuando hervimos alimentos, en el caso de los huevos puede ser contraproducente ya que absorben demasiado sodio y luego no están en su punto. Mucho mejor sazonarlos una vez hervidos.

Procedencia del producto
Siempre es mejor elegir producto de calidad y desde hace tiempo es mucho más fácil si sabemos cómo leerlo. Desde el año 2004 todos los huevos tienen un código impreso que indica algunos datos básicos, pero el principal es el primer número, que indica la clase de gallina y el método de cría y cuidado. el 3 indica gallinas criadas en jaulas, el 2 en naves, el 1 es de gallinas camperas y el 0 de ecológicas.

A fuego lento
No dejes los huevos en el cazo hasta que se consuma el agua ya que pueden cocinarse en exceso y esto arruinaría su textura. Lo ideal es apagar el fuego una vez el agua hierva y dejar reposar los huevos otros 10 minutos en esa agua caliente.

No lo peles hasta que no se haya enfriado
Sabemos que muchas veces vamos con prisa, pero uno de los errores más comunes es pelar los huevos aún calientes. Espera a que se hayan enfriado si no quieres llevarte parte de la clara con la cáscara.

Dependiendo de gustos
Los ingleses son expertos en el arte de cocer huevos y para ellos tiene mucha importancia el punto de cocción de la yema. Por eso, no hay un tiempo idóneo de cocción, sino que cada cual debe elegir el suyo dependiendo de sus preferencias. Aunque, para considerar que un huevo está cocido, deben pasar al menos 10 minutos.

Directos de la nevera, mejor no
Otra cosa que debemos saber es que los huevos fríos de la nevera son más propensos a agrietarse si los metemos en agua hirviendo, es mejor es poner los huevos en el cazo, agregar agua fría y después ponerlo a calentar. O sacarlos un tiempo antes de la nevera para que se atemperen.

Trucos que no funcionan
Mucha gente usa hielo para enfriar los huevos una vez cocidos y poder pelarlos con facilidad. Un error garrafal que solo conseguirá que el frío se reparta de manera poco uniforme y que la yema adquiera una textura poco apetecible.

La cantidad justa
Otro error común es poner demasiados huevos en una sola olla, te en cuenta que el calor no se reparte de manera uniforme, por lo que pueden quedar unos más hechos que otros. Lo mejor es cocerlos en tandas más pequeñas.

La frescura perfecta
Usa siempre que puedas huevos frescos. Cuando los huevos llevan ya tiempo en la nevera, se deshidratan y la cámara de aire que contienen en su interior aumenta de tamaño. Por eso suelen flotar cuando se introducen en el cazo lo que puede hacer que el huevo baile con el agua caliente y se rompa.

La yema en su punto
Para tener el huevo duro perfecto deben darse varias características, la cáscara no debe estar rota ni pegada a la clara,podemos pelarlo fácilmente, la clara debe ser blanca y compacta, la yema cocida pero jugosa sin ese color verde que indica que nos hemos pasado de tiempo.
