El huevo, ese pequeño y humilde alimento que forma parte de nuestra dieta diaria, encierra un mundo de misterio y sorprendentes secretos. A pesar de su aparente simplicidad, el huevo esconde curiosidades fascinantes que nos invitan a explorar más allá de su cáscara.
El huevo es uno de los alimentos más completos y nutritivos que existen, contiene hierro, zinc, fósforo, vitaminas A, D, E B6 y B12, ácido fólico, ácido pantoténico, colina y tiamina, riboflavina, es de las pocas fuentes dietéticas de vitamina D y su proteína se considera completa (contiene todos los aminoácidos esenciales).
¿Sabías que el color de la yema puede variar según la dieta de las gallinas o que los huevos tienen un delicado mecanismo de autodefensa? Sigue leyendo para concoer más curiosidades.
Esas manchitas...
¿Sabes qué son esas manchitas marrones o rojas que a veces vienen en el huevo? (como en el huevo de arriba). No, no son los restos de un pollito nonato. "Es imposible que llegue un huevo fecundado a nuestras casas, ya que en las granjas de producción no hay gallos", dice Mar Fernández, Directora del Instituto de Estudios del Huevo. "Son células epiteliales que se encuentran en el tejido del oviducto de la gallina (el canal donde se forma el huevo)", dice Fernández. Si en el centro de embalaje se detectan, estos huevos son retirados, pero a veces las manchas son tan pequeñas que no pueden eliminarse. Fernández asegura que estos huevos son perfectamente aptos para el consumo.

El color de la yema
El color de la yema del huevo depende de la alimentación de la gallina. Cuanto más intenso sea el amarillo, que a veces puede llegar a ser de distintas intensidades de naranja, mayor contenido en carotenoides (pigmentos naturales) en la alimentación de la gallina que puede haber sido a base de cereales como el maíz o piensos a los que han añadido estos pigmentos (naturales o sintéticos) Dependiendo de la zona geográfica de consumo se prefiere la yema de un color y los productores se adaptan a su público objetivo, por lo que, el color de la yema no siempre es indicativo de mayor calidad. En España se ˋprefiere más anaranjada mientras que en Suecia o el norte de Inglaterra prefieren colores más pálidos. No obstante, si tienes la suerte de consumir huevos de gallinas criadas en libertad y alimentadas a base de cereales habrás notado la diferencia no sólo en el color si no en el sabor.

¿Qué dice el código?
Seguro que piensas que ya has visto mil veces qué significa el código impreso en los huevos pero a la hora de la verdad, según la directora del Instituto de Estudios del Huevo, solo el 2 % de la población sabría decirlo. Resumiendo: el primer dígito es el más importante para nosotros. Nos dice cómo ha sido criada la gallina (0-producción ecológica; 1-gallinas camperas; 2-criadas en suelo; 3-criadas en jaula). Las dos letras que aparecen a continuación indican el país de la UE de donde procede el huevo y los siguientes identifican la granja (provincia, municipio y granja de origen).

Marrones o blancos
¿Hay alguna diferencia entre los huevos morenos y los blancos? Para nada. "La diferencia de color de los huevos -dice Mar Fernández-, viene determinada por la raza de la gallina: las gallinas marrones ponen huevos morenos y las blancas, huevos blancos". Fácil y sencillo."Los huevos blancos, eso sí, suelen ser un poco más pequeños, pues las gallinas blancas suelen tener menor tamaño. En cuanto a su composición nutricional, sabor y calidad, los dos son exactamente iguales", dice la directora del Instituto del Huevo.¿Y por qué hay más de los primeros que de los segundos? La lógica aplastante vence de nuevo: "en la actualidad la mayoría de las gallinas en España son morenas, por eso este tipo de huevos son más frecuentes".

Respeta los 28 días
Según la página de elhuevo.org, "Un huevo fresco debe venderse al consumidor en los 21 días posteriores a la fecha de puesta, aunque se puede consumir hasta la fecha de consumo preferente indicada en el estuche, que es 28 días desde el día de la puesta". Si el tiempo de consumo preferente y la caducidad prolongara, según la Agencia de Seguridad Alimentaria Europea, cada semana que se aumentase el plazo supondría un aumento de las intoxicaciones por salmonela del 40%.

¿Está fresco?
¡Que no te engañen!Si un huevo está fresco, no flota. Si sube hasta la superficie... Mejor no te lo tomes. Hay otras formas de saberlo: te lo contamos aquí.

Doble de yema
Según el blog Gominolas de Petróleo, los huevos de dos yemas se forman "cuando se producen dos ovulaciones al mismo tiempo y siguen su proceso conjuntamente". Estas ovulaciones múltiples, dice el autor, son hereditarias y les ocurre a las gallinas jóvenes que aún no han sincronizado su ciclo de puesta o en gallinas sobrealimentadas. También hay algunas razas híbridas en la India, por ejemplo, que los producen. Pero aunque sea divertido, es raro que te encuentres uno en el mercado, porque cuando los encuentran los retiran (los 'miran' por dentro con un ovoscopio).

Muchos huevos
En 2014, se estima que la producción de UE fue de un total de 7,3 millones de toneladas de huevos. Unas 800.000 toneladas se produjeron en España. No somos los que más producimos de la UE, por delante van Italia, Francia y Alemania. ¡Y mucho menos del mundo! El 70 % de la producción la concentran 10 países, China especialmente, con un 39 % de la producción. Le sigue EE.UU., con un 8 %. Pero sí que somos el país de la UE que más consume. Se estima que cada uno de nosotros come unos 168 huevos al año.

¡Se puede congelar!
Los huevos se pueden congelar pero lo ideal es hacerlo guardando claras y yemas por separado porque si no, al descongelarlos la yema se vuelve gomosa y dura. Puedes congelar el huevo entero batido sin que llegue a espumar y añadir un medio ácido como vinagre o limón, un poco de sal para ayudar a que se conserven las yemas líquidas y en buen estado al descongelar y cocinar. Puede que te interese: Mitos y verdades sobre el huevo.
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¡Los huevos no se lavan!
Su cáscara está llena de microporos y tenemos que añadir que el huevo es expulsado por la cloaca de la gallina (parte final del intestino) que está colonizada por salmonella y otras enterobacterias, por lo que, la cáscara puede estar contaminada por estas bacterias y al lavarla quitamos la película protectora y podemos favorecer que las bacterias difundan al interior del huevo.

Evitar cascarlo en el recipiente donde lo vas a batir
Una práctica muy común es “cascar” el huevo en el borde del recipiente donde lo batimos o cocinamos. Como te hemos contado más arriba si la cáscara está contaminada al romperla en el recipiente también lo contaminaremos.
