Pocos desayunos salados son tan “golosos” como los huevos benedict, el plato estrella de los brunch que tanto se han puesto de moda en los últimos años los fines de semana en restaurantes y hoteles de nuestro país.

Curiosamente, pese a que aquí es una receta que ha obtenido popularidad recientemente, tiene tantos años que no está claro su verdadero origen. Hay hasta tres teorías diferentes acerca de cómo y cuándo nació este plato que sí parece claro que tiene su origen en Nueva York, donde los huevos benedict están a la altura en fama del sándwich de pastrami.
No es nuestro objetivo resolver el enigma del origen del plato. Si fue el restaurante Delmonico's en 1860, cuando se convirtió en tal después de nacer como pastelería; si fue el cocinero Charles Ranhofer, que publicó su receta en 1894, en el libro The Epicurean; o si fue el broker Lemuel Benedict quien inventó la receta al pedirla una mañana en el restaurante del prestigioso y famoso hotel Waldorf, que después la incluiría en su carta —así lo publicó el New Yorker en una entrevista con el broker en 1942—.
Lo que nos interesa es cómo hacer bien los huevos benedict en casa, un objetivo más humilde pero no menos reseñable, puesto que no es fácil que quede perfecto este desayuno tan apetecible. La base, los ingredientes, están claros: un muffin u otro pan tostado abierto por la mitad, huevo pochado, bacon o jamón cocido y salsa holandesa. Hay quien, con los años, cambia la proteína por salmón e incluye también aguacate. Es el caso de María Lo, una de las grandes favoritas a ganar MasterChef 10, que en su perfil de Instagram ha compartido las claves de sus huevos benedict caseros.
Claves de los benedict
La concursante de MasterChef da las claves para “haces unos buenos huevos benedict y no morir en el intento”. Son las siguientes:
- Huevo poché: además del tiempo exacto de cocción, del que ya te hablamos aquí, María Lo considera esencial que sean “bien redonditos al hacerlos”. Para ello, recomienda usar huevos “lo más frescos posibles, añadir un chorrito de vinagre y que el agua no rompa a hervir”. El vinagre ayuda a mantener la forma del huevo, que de todas formas podéis probar a cocinar con cualquiera de estos trucos que te dimos en su día.
- Salsa holandesa: es importante según la cocinera emulsionar bien la yema sola y darle aire con la varilla. “Se le pueden añadir una gotitas de agua a la yema porque ayudará a generar la emulsión”, dice. A continuación, agregar la mantequilla derretida “a temperatura no muy alta”, pero se debe hacer “con un chorro muy fino”. Y todo esto, sin parar de remover en ningún momento.
- Bacon: si optáis por la opción clásica, la más yankee, el bacon, debéis dejarlo “bien crunchy para notar esa textura crujiente al darle el bocado”, asegura María Lo. Ya sabes que para conseguirlo hay que freírlo durante poco tiempo con el aceite muy caliente y sumergirlo por completo el bacon. Después, escúrrelo bien.
Aunque María Lo no se detiene en el pan, es importante que este sea de calidad y se pueda tostar con facilidad para que aporte otro toque crujiente al conjunto. El original de los huecos benedict es el pan muffin inglés, un pan redondo peculiar que podéis sustituir, por ejemplo, por un mollete antequerano.