Desde hace miles de años los humanos hemos experimentado con técnicas para conseguir conservar los alimentos. Antes de la creación de la nevera, se han usado múltiples técnicas que van desde la conservación en sal, al uso de “armarios” de hielo, este último muy poco efectivo para la duración de la comida. La técnica más extendida y eficaz en algunos alimentos, como el pescado, es la del secado en salazón para que la humedad no juegue malas pasadas. La nevera, el electrodoméstico más importante de nuestros hogares, consigue que las bacterias de los alimentos pierdan fuerza y no se propaguen.
A pesar de la comprobada efectividad de este aparato, muchas veces abusamos de él y lo llenamos de productos que no necesitan ni un poco de frío. Un ejemplo es el aceite o la miel, alimentos a los que el frío les viene especialmente mal para conservar su sabor y su textura.
En el caso de las frutas, tendemos a meterlas todas en la nevera por miedo a que se estropeen antes de tiempo, ya que su apariencia es delicada. En contra de los que se cree, frutas como el plátano reciben especialmente mal el frío, ya que su composición se ve alterada tanto por la humedad como por las bajas temperaturas. El resultado es que esta fruta durará mucho menos de lo que lo haría fuera de la nevera.
Los cítricos tampoco son muy amigos de las bajas temperaturas, ya que con sus propios ácidos se conservan perfectamente. En el caso de las frutas tropicales, como los melocotones y los albaricoques solo se pueden conservar una temperatura mínima de 10 grados.
En esta galería de enseñamos los alimentos que es mejor que estén fuera de la nevera. La conservación en un lugar fresco, seco y oscuro, es una recomendación que debería de aplicarse a muchos de los alimentos que compramos en el supermercado. Coge papel y boli, porque va a cambiar tu forma de organizar tu cocina.
Tomates
La nevera no es un buen lugar para los tomates, ya que con el frío pierden todo su sabor. Además, con la baja temperatura de la nevera, se rompen las membranas internas de la fruta, por lo que la textura de los tomates también se ve afectada. Puedes meterlos en la nevera si ya están demasiado maduros, pero si no es así, mejor fuera.
Miel
Hay gente que guarda la miel en la nevera, pero no es lo apropiado, ya que el frío altera la textura y el sabor de este alimento. Se debe conservar fuera, pero siempre con el bote bien cerrado para que no entre aire. Entre los alimentos que no deben guardarse en la nevera, la miel es uno de los que más se ven afectados por el frío.
Patatas
Nada de guardar patatas en la nevera, ya que con el frío, el almidón se transforma en azúcar y acabamos obteniendo una patata dulce y de textura arenosa. Si las patatas ya están lavadas y peladas, entonces sí debemos guardarlas en la nevera, dentro de un recipiente con agua para una mejor conservación.
Cebollas
La nevera no es el mejor lugar para guardar las cebollas. Lo ideal es dejarlas en un lugar seco, frío y alejadas de las patatas, ya que si las guardamos juntas, emiten un gas que echa a perder los dos alimentos.
Plátanos
No se deben guardar los plátanos en el frigorífico ya que el frío hará que se pongan negros muy rápido y se estropeen antes. Su textura, además, cambiará por completo. Mejor colocarlos en un frutero.
Aguacates
Es muy habitual que compremos aguacates, no queramos utilizarlos en unos días y los metamos en la nevera. Con este gesto, lo único que conseguiremos es que se pongan duros. Es mejor dejarlos fuera y consumirlos cuando estén en su punto.
Aceite
Si alguna vez se te ha pasado por la cabeza guardar el aceite en la nevera, mejor cambia de idea, ya que el frío hace que el aceite se condense, se endurezca y altera el sabor y la textura. Es mejor guardarlo en un lugar oscuro y fresco.
Ajos
Para los ajos, lo ideal es guardarlos en un lugar seco y fresco, que tenga ventilación para evitar los malos olores. Si los mantienes en su ristra aguantarán por más tiempo. Una opción distinta de conservación es pelarlos, cubrirlos de aceite y meterlos en la nevera.
Queso curado
La humedad no es buena amiga de los quesos curados, ya que si están mal cerrados puedes coger humedades y olores. Si tienes que guardarlo en la nevera porque hay mucho calor, asegúrate de hacerte con una quesera hermética.
Melocotones
Los melocotones, las nectarinas y las frutas similares no deberían de conservarse en la nevera, ya que este electrodoméstico evita que los frutos alcancen su punto perfecto de maduración. Lo mejor es que los dejes fuera de la nevera en un lugar fresco y seco. Si te gusta comerlos fríos, mételos en el frigo minutos antes de comerlo.
Café
Con el café sucede lo mismo que con las especias: es un producto seco que no necesita la nevera para mantener su sabor. Además, los olores que hay en la nevera pueden alterar el aroma natural del café.
Especias
Las especias son productos que han sido secados previamente, por lo que pueden conservarse fuera del armario sin ningún tipo de problema. El pimentón, la canela en polvo o el orégano pueden estar en tu armario en perfectas condiciones durante mucho tiempo.
Encurtidos
Los encurtidos son un producto que habitualmente metemos en la nevera pensando que se van a estropear. El vinagre con el que vienen actúa de conservante y evita que puedan estropearse. Si te gusta que estén a baja temperatura, mételos en la nevera minutos antes de comerlos.
Conservas
Las latas de conservas son productos que están hechos para aguantar fuera de la nevera. Es totalmente innecesario que expongas los alimentos a temperaturas más bajas de las que aguantan. Lo ideal es que los guardes en un lugar fresco, oscuro y seco.
Pan de molde
Existe la mala costumbre de meter el pan de molde en la nevera, ya que su apariencia es de producto “delicado”. A pesar de ello, lo ideal es conservarlo en un lugar alejado de humedades y de bajas temperaturas.
Cítricos
Cítricos
Los alimentos cítricos como la naranja o el limón, se conservan perfectamente fuera de la nevera gracias a los ácidos que contienen. Si los conservas en el frigorífico es más fácil que se pudran por la humedad y se llenen de moho.
Chocolate
Este placer culinario suele meterse en la nevera por el miedo a que se derrita por las altas temperaturas. No hay ninguna contraindicación para que metas el chocolate en la nevera, excepto por los olores que puede absorber una vez abierto su envase.
Jamón serrano
El jamón serrano se conserva mejor en un lugar seco y fresco, por lo que al meterlo en la nevera se pierde su sabor. La temperatura perfecta para el jamón es entre 10 y 15 grados, por lo que meterlo en la nevera promueve que se estropee.
Bollería
Al igual que el pan de molde, meter la bollería en la nevera hace que coja olores de los otros alimentos. Además, la humedad puede hacer que cambie su textura. Como el resto de alimentos de la lista, un lugar fresco y seco es el perfecto para que se mantengan intactos.