5 planes para disfrutar de la nieve en Praga
Patinaje, esquí, una de las carreras de trineos con perros más difícil de Europa... A apenas 2 horas de Praga encontrarás nieve para vivir tus ‘hobbies’.

Un viaje en familia
Si te gusta el esquí, escápate a Krkonoše. La zona de esquí por excelencia de la República Checa se encuentra situada en las montañas de Krkonoše. Allí, a apenas 2 horas de la capital, encontrarás una amplia oferta de estaciones, entre las que destacan las de Černá hora, Špindlerův mlýn, Harrachov o Pec pod Sněžkou. Si buscas nieve en polvo y mucha diversión, éste es tu lugar. Un escenario perfecto para disfrutar en familia. ¡Hay pistas para todos los niveles!Por Patricia Muñoz.

Si prefieres el esquí de fondo...
El parque nacional Šumava, ubicado al sur del país, está considerado como el paraíso checo para los esquiadores de fondo. Cuenta con 70 kilómetros de pistas acondicionadas y muy bien señalizadas, con circuitos aptos para esquiadores avanzados pero también con otros para principiantes. Si quieres aprovechar la ocasión para hacer turismo internacional, adéntrate en las partes del recorrido que pertenecen a Alemania y a Austria, respectivamente, sin quitarte los esquís.

Descubre el mundo de las carreras de trineos con perros
¿Sabías que la República Checa alberga una de las carreras de trineos con perros más difícil de Europa? Lo que empezó como uno de los medios de transporte más antiguos en países dónde la nieve invernal aislaba zonas enteras de la geografía, se ha convertido en un espectacular deporte que combina la fuerza animal con la destreza de los tradicionales "mushers", unidos para alcanzar un objetivo común: surcar en 4 duras etapas los 240 kilómetros que conforman la ruta de la carrera "Šediváčkův long". Esta emocionante competición tiene lugar del 24 al 30 de enero en la sierra de Orlické Hory, al noreste del país.

Patina sobre hielo
Si eres más bien urbanita, y te apetece compaginar una escapada a Praga con la practica de un deporte menos intenso, prueba con el patinaje sobre hielo en alguna de las distintas pistas que se abren en invierno en el centro de algunas de las ciudades más importantes del país. Una de las más bonitas es la que se coloca cada año bajo la torre praguense de televisión de Žižkov, aunque también son muy recomendables las de la plaza Dolní Náměstí de Olomouc y la del parque Lužánky de Brno.

Patina sobre un embalse helado
Si prefieres patinar sobre un embalse helado, no te pierdas la experiencia de hacerlo en la región de Šumava, en cuyo embalse de Lipno se monta cada invierno la pista de patinaje más larga del mundo que alcanza los 10 kilómetros. Para conocerla sólo tendrás que esperar a que las temperaturas bajen un poco. ¡Una experiencia inigualable!