En la despensa hay nutrientes que ayudan a eliminar lo que no necesitamos, pero no todos purifican igual. Descubre aquellos que mejor depuran tras los excesos. Pon tu contador interno a cero.
El ajo tomado en crudo y a diario, este condimento elimina los residuos tóxicos que dejan los metales pesados. Lo consigue gracias a sus componentes ricos en azufre. “Además, contiene agentes digestivos naturales (alicina y selenio) que propician la limpieza hepática”, precisa Elena de la Fuente, nutricionista de la Clínica Londres.
Algas wakame
Kombu, nori... contienen minerales y oligoelementos que limpian la sangre y eliminan el exceso de mucosidad y de tóxicos. Su consumo estimula el metabolismo (evítalas si padeces hipertiroidismo) y regula el intestino gracias a la interacción de sus polisacáridos (fibra) con la flora intestinal. “También previenen el estreñimiento y son un excelente revitalizante”.
Jengibre
Como especia tiene interesantes propiedades laxantes y digestivas. En infusión y combinado con cola de caballo, bardana, romero o perejil, facilita la eliminación de las toxinas del cuerpo, propicia la oxidación de las grasas y combate las malas digestiones y las náuseas.
Judía azuki
Es una alubia asiática con propiedades detoxificantes. “Por un lado, al ser rica en fibra, fortalece la flora intestinal y facilita un correcto proceso digestivo y de evacuación. Por otro, ayuda a depurar. “Favorece el buen funcionamiento de los riñones y de las vías urinarias”.
Quinoa
De fácil digestión, este grano o seudocereal comparte con el salvado de trigo ser de los alimentos que más cantidad de fibra insoluble aportan. “Este tipo propicia la excreción de los ácidos biliares (desintoxican el hígado), aumenta la masa fecal y ayuda a que los alimentos pasen más rápido y no dejen residuos en el intestino”. La quinoa está considerada como un súper alimento.
Remolacha
Junto con las bayas y las espinacas, este tubérculo es un ingrediente indispensable de los licuados drenantes. ¿Por qué? “Estimula la función hepática, moviliza el intestino y tonifica el riñón, lo que contribuye a eliminar todo tipo de desechos”.
Semillas de Chía
Estas semillas, como las de calabaza, lino o cáñamo, son una excelente fuente de fibra. “Para hacerlas aún más depurativas, somételas a un remojo previo o tómalas con líquido (zumo, agua, leche...). Así se forma una especie de gelatina que encapsula la grasa, purifica la sangre y tiene efectos saciantes a largo plazo”.
Té chai
“Estimula el organismo y contiene antisépticos naturales”. Su efecto detox se ve propiciado por la suma de las propiedades digestivas y antioxidantes del té negro y la acción depurativa de diferentes especias y plantas desinfiltrantes. “Si realizas tu propia mezcla, en lugar de adquirir una comercial, enriquece la preparación con unas semillas de hinojo, que aportan fibra, o con unas flores de clavo, que alivian los trastornos estomacales”.