La memoria es la capacidad de nuestro cerebro para poder registrar, almacenar y recuperar la información cuando se necesita. Es una función esencial del sistema nervioso. Permite aprender del pasado y adaptarnos al presente. También recordar los nombres, las caras y los recuerdos que se van acumulando en nuestra mente, a veces no es tan sencillo. Cuando se llega a partir de una edad, la memoria va deteriorándose. Lo podemos saber porque pueden llegar a ver hasta cinco señales que indican un envejecimiento sano de esta. Aunque no hay que temer, porque hay trucos de vida para recordar cosas cotidianas que mejoran la memoria. El caso es que los nombres y las caras son un mundo totalmente distinto. Te contamos, a través del libro 'Por qué olvidamos y cómo recordar mejor', de la editorial Pinolia, a encontrar estrategias infalibles para no olvidarte de las personas importantes ni de sus nombres. A través de Andrew E Budson y Elizabeth A. Kesinger, dos psicólogos de la Universidad de Harvard, los conoceremos.
Recordar caras y nombres es una habilidad esencial tanto en la vida personal como en la profesional. Pero, en muchas ocasiones, la cabeza nos traiciona y podemos olvidarlos en los peores momentos. A pesar de ello, los expertos nos dan trucos y estrategias con las que frenar esas situaciones.
¿Por qué olvidamos los nombres?

Nos podemos llegar a preguntar por qué de olvidar de manera súbita cierta información relacionada con personas. Por ejemplo, los expertos en el libro ponen el ejemplo de conocer a alguien nuevo. En este caso, la atención se centra en aspectos como causar buena impresión o responder de forma asertiva para contentar a la otra persona. Es en este caso cuando el cerebro se esfuerza tanto en concentrarse que "queda muy poco espacio para registrar su nombre en la memoria", aseguran los expertos. Otra cuestión es que el cerebro tiene más facilidad para recordar rostros que nombres, ya que estos últimos carecen de elementos visuales o emocionales.
Estrategias para aprender y registrar los nombres y los rostros
A continuación, te citamos hasta ocho estrategias que los dos profesores de psicología han destacado para conseguir recordar aquellos nombres y rostro. Estos desparecen por una cuestión ajena y no logramos grabar en la memoria o se nos acaba olvidando en el peor de los momentos.
Presta atención
Es importantísimo prestar una plena atención durante la presentación. Para ello, detén la actividad cognitiva y concéntrate en el momento en el que estás con esa persona. Escucha su nombre con atención y obsérvalos lentamente para conseguir almacenar una información importante.
Deletrea el nombre para aprenderlo

La experta Elizabeth A. Kesinger asegura que "tanto si es un nombre común que has oído cientos de veces como si es la primera vez que lo escuchas, intenta deletrearlo". Esto hará que las letras resuenen en tu interior, profundizando más el mensaje. También sirve si no estás seguro de cómo se escribe, al deletrearlo, conocerás el nombre completo. La mejor forma de saber las letras es preguntárselo a la persona en ese mismo momento.
Repite el nombre
Repite el nombre en voz alta varias veces durante la conversación, al despedirte e incluso en tu mente después del encuentro. Esto ayuda a consolidarlo en la memoria. Por ejemplo, podrías pensar: "Acabo de conocer a María" mientras conduces a casa. También puedes decirlo en voz alta con naturalidad, como una coletilla detrás de cada pregunta hacia la persona que quieres recordar el nombre.
Asocia nombres

Crear una asociación entre el nombre y algo conocido es una técnica poderosa. Si el nombre tiene un significado especial o suena como algo familiar, vincula a esa imagen o concepto. Por ejemplo, podrías imaginar a una "Daisy" recogiendo margaritas o a un "Jonathan" relacionado con Jonathan Swift.
Identifica un rasgo facial diferente
Asociar el nombre con un rasgo muy identificativo de la persona hará que recuerdes con más fuerza esa situación. Y es que la visualización es clave. Imagina el nombre de la persona escrito en su frente o crea una imagen distintiva que conecte con su apariencia. Cuanto más tonta o única sea la imagen, más fácil será recordarla.
Usa el alfabeto
Un ejercicio literal y estratega, es decir, el abecedario mentalmente, recorriendo cada letra. Esto se hace porque, normalmente, solo necesitamos la primera letra del nombre para recordar con exactitud su nombre completo.
Relájate

El estrés es el enemigo de la memoria. Si no puedes recordar un nombre, respira profundamente y relájate. Es probable que el nombre aparezca cuando menos lo esperes. Puedes utilizar herramientas como el mindfulness o la meditación para focalizar tu atención plena en el nombre que quieres encontrar en tu memoria.
Pregunta directamente
Si todo falla, pregunta el nombre sin temor. Los errores de memoria son comunes, y lo importante es utilizar las estrategias mencionadas para no olvidarlo en el futuro. También puedes usar anuarios, redes sociales o listas de invitados. Puede ayudarte a familiarizarte con las personas que verás, haciendo más probable que los recuerdes al momento de interactuar.