La tilapia es un pescado que se consume muchísimo en Estados Unidos. Por detrás, eso sí, del salmón y del atún. Sin embargo, en España apenas se ve en las pescaderías, donde tenemos alternativas de sobra como para no tener que recurrir a esta especie de pescado blanco de sabor suave para alimentarnos.
Sí es más frecuente, en cambio, en las zonas de pescados congelados de los supermercados, donde se suele vender envasado y ya limpio, preparado en filetes. De hecho, el que no presente apenas espinas cuando viene así envasado facilita mucho su consumo, lo que unido a su económico precio hacen que se consuma mucho en hogares donde el pescado “da pereza” o donde el presupuesto para la alimentación es limitado.
Beneficios nutricionales
La tilapia, desde el punto de vista nutricional, es un pescado bajo en calorías y grasas, y alto en proteínas. Su sabor característico se debe a que es una especie herbívora que se alimenta de plantas marinas. Además, por regla general se trata de un pescado presente en criaderos de agua dulce, de ahí que no tenga un sabor muy intenso. Cuenta con distintas subespecies, pero todas ellas tienen un precio económico en el mercado.
Se dice que es un pescado muy interesante para adelgazar porque su contenido en grasa es muy bajo, pero al mismo tiempo también lo es el de grasas saludables. Por ejemplo, el salmón contiene tres veces más de ácidos grasos omega-3. Esto explica, en parte, la mala fama que tiene, ya que nutricionalmente hay pescados mucho más ricos.
Impacto medioambiental
Pero no es el único motivo por el cual la tilapia, como el panga, tienen mala imagen entre la mayor parte de la población que sí conoce estas especies y se ha informado sobre ellas. Según las voces que las critican, el otro gran factor que habla en su contra es el impacto medioambiental que conlleva su cría intensiva, la mayor parte de la misma situada en China, el principal país exportador de este pescado. Como punto positivo que hace que su consumo sea más habitual, destaca el hecho de que una vez presentado en filetes apenas tiene espinas.
No se trata por lo tanto de un pescado sostenible en cuanto a los procesos de obtención y transporte, fundamentales para limitar el impacto medioambiental de la alimentación. Pero desde el punto de vista de la salud, conviene dejar claro que todos los productos frescos que se venden en nuestro país de forma legal en los establecimientos que tienen permitido comercializar con ellos -los supermercados, sin ir más lejos- han superado los controles de calidad a los que son sometidos por las autoridades sanitarias españolas y también cumplen con los requisitos de la Unión Europea. Por lo tanto, no es ningún peligro consumir tilapia ni implica riesgo alguno para la salud.