Entrenas casi todos los días, procuras comer bien y no te excedes con los 'cheat meals', pero no ves resultados. Si esta situación te suena, lo más probable es que estés haciendo algo mal sin saberlo. Te contamos cuáles son los principales errores que cometemos en nuestra rutina de entrenamiento que nos impiden conseguir nuestros objetivos.
"¿Por qué no veo resultados en el gimnasio"? es una pregunta que se hacen muchas más personas de las que crees. Cuando comenzamos a entrenar, queremos ver los resultados pronto y al no ser así, acabamos abandonando. Es importante tener en cuenta que los resultados no van a aparecer de la noche a la mañana, hay que tener un poco de paciencia (pero eso seguro que ya te lo ha dicho el monitor del gym). Aún así, si ya llevas un tiempo y no consigues tu deseado abdomen plano o marcar bíceps, esto es lo que puede estar sucediendo.
No estás siguiendo un plan de entrenamiento
Lo más importante si queremos lograr unas metas específicas es pensar cómo vamos a hacerlo. No es lo mismo prepararse para correr un maratón que si quieres perder peso o ganar músculo. Te recomendamos que antes de nada, busques la ayuda de un especialista que te paute un plan de entrenamiento acorde. Si lo haces de este modo, sabrás de dónde partes y a dónde quieres llegar. También te ayudará a ver los cambios con mayor exactitud, descubrir nuevas prácticas e incluso motivarte para ir al gimnasio.
No obtendrás los resultados esperados si paras cuando empiezas a sentir molestias. Es cierto que a veces, esta molestia puede deberse a alguna lesión o contractura (en este caso sí deberías parar), pero no nos estamos refiriendo a eso, sino a parar cuando los músculos empiezan a trabajar. Cuando la musculatura sufre (en su justa medida), es precisamente cuando se están esforzando y es eso lo que va a hacer que veas resultados.
Ya sea que estás levantando más o menos peso de lo necesario, esta puede ser la razón por la que no obtienes resultados. Si le pones demasiada carga puedes lesionarte, pero si pones muy poca los músculos no se estarán esforzando tanto como podrían y por lo tanto, no verás resultados.
Es posible que no le hayas dado margen al cuerpo para comenzar a mostrarte esos progresos. Los resultados se van viendo a medida que pasan los días, meses e incluso años, en función de la meta que te pongas. Para no desesperarte ni abandonar, ve fijándote pequeños objetivos a corto plazo. De este modo estarás siempre motivada y viendo resultados.
El cuerpo necesita nuevos estímulos y desafíos para ser eficiente. Si haces siempre la misma rutina de ejercicios, tu cuerpo se acostumbra a ese nivel de exigencia, y por lo tanto, no conseguirás nada. Trata de alternar la velocidad si corres en la cinta, probar nuevas rutinas de levantamiento de pesas o incluso probar con un deporte nuevo.
De nada sirve ir esforzarse en el gimnasio tres veces por semana si después llevamos una vida sedentaria. Llevar una vida activa no solo es bueno para la salud, sino que es uno de los factores clave para ver resultados en el gimnasio. Y, por supuesto, ten en cuenta el papel de la alimentación, muy importante para lograr nuestros objetivos, ya sean perder peso o ganar músculo.