Estos son los motivos por los que sí es bueno comer frutos secos durante el embarazo

Los frutos secos no son peligrosos durante el embarazo. De hecho, los expertos recomiendan comerlos por los siguientes motivos de salud.
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Los frutos secos generan incertidumbre, duda e incluso miedo en algunos casos cuando hablamos de embarazo y de niños pequeños. Es probable, aunque esto es pura especulación, que lo primero venga dado por lo segundo, ya que es cierto que en los primeros años de vida los frutos secos se deben dar triturados y nunca enteros para evitar ahogamientos. Sin embargo, durante la gestación, los frutos secos son saludables hasta el punto de que están incluidos en las recomendaciones médicas para esta etapa.

El consenso es total con respecto a los frutos secos y la dieta durante el embarazo: se pueden tomar y es aconsejable hacerlo. El motivo es doble en realidad. Por un lado, porque son ricos en nutrientes como el calcio, que es especialmente importante durante el embarazo, sobre todo en el tercer trimestre. Y por otro lado, porque son ricos en grasas saludables, algo que debemos ingerir en nuestra dieta de forma habitual.

En la guía alimentaria para el embarazo (recomendada por la Comunidad de Madrid) en la que el equipo del Hospital Universitario de La Paz comparte recomendaciones con las mujeres gestantes, queda patente que uno de los hábitos saludables durante el embarazo es comer alimentos ricos en calcio.

Entre estos alimentos, el equipo médico del hospital madrileño recomienda los “pescados con espina, los frutos secos y semillas”, entre otros. En este sentido, al respecto del papel del calcio durante el embarazo, el equipo de Quirón Salud subraya que “los requerimientos de este mineral son mayores durante el embarazo, sobre todo en el tercer trimestre”.

Frutos secos - Shutterstock

Además, los frutos secos también son ricos en hierro, de ahí que en la guía de hábitos alimentarios saludables durante el embarazo también se citen en este epígrafe junto a otros alimentos ricos en hierro como los “mariscos, cereales integrales, sésamo, verduras hoja verde, frutos secos, legumbres o carnes rojas”.

Ricos en omega-3

Los frutos secos, de igual forma que lo son en hierro y calcio, son también una muy buena fuente de grasas saludables, de los famosos ácidos grasos omega-3.

Por ello, el equipo de Quirón Salud también los recomienda incluir en la dieta durante la gestación junto a productos como las verduras de hojas verdes y pescados (atún en lata, sardinas, salmón, caballa, etc)”. Los frutos secos son ideales, añaden desde el centro médico, para “reemplazar a los que tienen grasas saturadas en alta cantidad”.

Hay que recordar que el cuerpo no puede sintetizar estos ácidos grasos, y, durante el embarazo, los frutos secos tienen impacto en el desarrollo de la visión y el sistema nervioso según algunas evidencias científicas, de manera que conviene incluirlos en la dieta.

Raciones adecuadas

La única condición médica para comer frutos secos en el embarazo es hacerlo en las cantidades recomendables.

En este sentido, conviene saber que una ración de frutos secos equivale a 60 ml, un cuarto de taza, según Quirón Salud, y que lo recomendable es tomar dos o tres razones de proteína a lo largo del día.

Por lo tanto, puedes meterlos en el mismo saco que la carne de ave, el pescado o las legumbres desde este punto de vista. Es importante tenerlo en cuenta porque “las dietas hiperproteicas (más del 20% del aporte energético total), así como el consumo de suplementos proteicos, batidos proteicos o bebidas energéticas, no están aconsejadas durante el embarazo”, apuntan desde Quirón Salud.

Frutos secos

Teniendo esto en cuenta, también cabe mencionar en el otro lado de la balanza que los frutos secos cobran mayor importancia en la dieta de las mujeres embarazadas que sean vegetarianas y veganas porque son las legumbres, los cereales y los lácteos, si los toman, además de los frutos secos, las alternativas para aportar al cuerpo las proteínas que necesita. 

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