Si alguna vez has descongelado el pollo debajo del agua caliente porque ibas con prisa y necesitabas meterlo ya en el horno, te has comido un yogur o algún otro alimento caducado porque has pensado que quizá aguantaba un poco más o has secado los platos con un paño de tela tras lavarlo, has subestimado los riesgos de algunos de los principales patógenos en las cocinas o, lo que es peor, has cometido errores que no sabías que estabas cometiendo porque simplemente no conoces las reglas básicas de seguridad alimentaria.
Las consecuencias de hacer alguna de estas cosas pueden ser tan peligrosas como la contaminación microbiana de los alimentos y, a veces, intoxicaciones que no sabemos muy bien de dónde vienen y de las que en demasiadas ocasiones echamos la culpa al tendero, al granadero o al agricultor sin tener nada que ver.
La seguridad en la cocina es clave
Para evitar estas intoxicaciones (que se producen mucho más frecuentemente de lo que pensamos), lo mejor es conocer de qué modo solemos meter la pata en nuestra cocina para así tratar de corregir algunas de las costumbres (algunas muy arraigadas), bien porque lo hemos hecho toda la vida o porque no sabemos cómo se debe hacer.
Si bien lo cierto es que manipular adecuadamente los alimentos es de vital importancia para prevenir enfermedades e intoxicaciones y que todos conocemos las normas básicas de higiene a la hora de cocinar (como la importancia de lavarse las manos o limpiar bien los alimentos) en muchas ocasiones se nos escapan otras directrices que hay que tener en cuenta para garantizar que la comida está libre de bacterias, virus y otros microorganismos que puedan darnos algún que otro susto. Los patógenos, los que provocan enfermedades, pueden multiplicarse de forma rápida a temperatura ambiente, sobre todo si esta es elevada. Por estos motivos nuestra cocina se convierte en su lugar favorito.
Si quieres aprender a evitar estos problemas, toma nota de los 13 errores de seguridad alimentaria que cometemos con más frecuencia en la cocina y aprende cómo corregirlos. ¡Te evitarás más de un disgusto!
Un alimento descongelado nunca debe volver a recongelarse
Si el producto no es muy voluminoso puede descongelarse en el microondas y consumirse de forma inmediata.

Servir la tortilla en el plato que se ha utilizado para darle la vuelta
Cuando se prepara una tortilla de patata se utiliza un plato para darle la vuelta; a menudo resulta el mismo en el que se sirve la tortilla ya cocinada. En la mayoría de los casos en este plato quedan restos de huevo crudo que pueden recontaminar la tortilla aunque ésta esté bien cuajada.

Descongelar alimentos a temperatura ambiente
Los microbios patógenos, es decir, los que provocan enfermedades, pueden multiplicarse de forma rápida a temperatura ambiente si esta es templada porque están adaptados a desarrollarse y reproducirse a temperaturas cercanas a la corporal. De ahí la importancia de descongelar bien los alimentos.

No hacer caso a la fecha de caducidad indicada en el envase
¿Pueden consumirse unos días después de superar la fecha de caducidad?. En opinión de los expertos, no. Puede llevar a intoxicaciones u otro tipo de problemas. Aunque la opinión popular dice que se pueden consumir uno o dos días después de la fecha indicada, es mejor evitarlo.

Dejar que los alimentos se enfríen durante un tiempo excesivo
A menudo es un problema de espacio, los alimentos ya preparados bien en platos, fuentes o cazuelas quedan a la espera de su consumo sobre la encimera, la chapa de la cocina o en el horno pero a temperatura ambiente.

Cocinar en varias etapas
En algunas ocasiones, y según en qué recetas, se marca el plato sin terminarlo hasta unas horas después o al día siguiente. Debe tomarse especial precaución si se va a cocinar en etapas ya que un cocinado parcial puede potenciar un desarrollo microbiológico que derive en infección alimentaria.

Guardar juntos en la nevera alimentos crudos y cocinados
Los microbios patógenos, es decir, los que provocan enfermedades, pueden multiplicarse de forma rápida a temperatura ambiente si esta es templada porque están adaptados a desarrollarse y reproducirse a temperaturas cercanas a la corporal.

Pasar el plato solo por el agua del grifo y secarlo con un trapo
Además de ser una limpieza ineficaz y deficiente, se contamina el trapo de secado, que puede recontaminar manos o superficies. Si se va a usar el mismo plato, debe lavarse antes con agua caliente y jabón y secar con una toalla de papel de un solo uso.

Pasar solo un trapo a la tabla de corte
Las solemos limpiar mal y pueden ser un foco de contaminación. Las tablas de cortar se deben desinfectar al menos una vez por semana y, siempre que se hayan utilizado para manipular carnes o pescados crudos. La manera correcta de limpiarla es lavándolas con agua caliente y jabón neutro después de cada uso que no requiera desinfección. Y después de lavarlas, secarlas bien con papel de cocina.

No lavarse las manos antes de cocinar
Es de absoluta prioridad en seguridad alimentaria. Los microorganismos presentes en las manos pueden contaminar los productos al manipularlos. Esto se debe a una contaminación previa, por ejemplo cuando se tocan objetos o superficies que antes se han contaminado o por ser ya portadores de microbios que pueden contaminar las manos bien al tocar una herida, toser, estornudar o acudir al aseo.

Probar alimentos para ver si todavía están buenos
Los microbios que causan toxiinfecciones alimentarias no son alterantes. Es lógico que hayan desarrollado la habilidad de pasar desapercibidos y no estropear el alimento en el que se desarrollan, y propiciar así su consumo y no su rechazo. Así, el alimento portador de la contaminación patógena no tiene un aspecto, olor o sabor diferentes, de ahí que sea casi imposible detectarlo cuando se prueba.

Preparar mayonesa o preparaciones derivadas con antelación
Los huevos crudos pueden contener diferentes microorganismos origen de enfermedad alimentaria. Las preparaciones con este ingrediente se consideran de elevado riesgo alimentario, por lo que durante su preparación deben extremarse las precauciones de higiene. Es fundamental reducir el tiempo entre la elaboración y el consumo hasta tal punto que este deberá ser inmediato.

Dejar poco hechas carnes de pollo o preparaciones con huevos sin cuajar
Un alimento poco hecho en el que no se hayan alcanzado temperaturas de seguridad en todo el producto (65-70ºC), es un alimento sin higienizar por completo y en el que podrían quedar restos supervivientes de población microbiana susceptible de provocar una toxiinfección. El principal problema de la carne de pollo es comerla sin cocinar por completo.
