Un estudio desarrollado por dos ginecólogos del hospital de la Santa Creu u Sant Pau de Barcelona demuestra que la razón de las alteraciones en los ciclos menstruales durante el confinamiento por la pandemia fue el estrés y no el COVID.
Medios catalanes han publicado en primicia las conclusiones de un estudio realizado por dos ginecólogos del hospital de la Santa Creu y Sant Pau de Barcelona que confirman cuál fue la causa de las alteraciones de la regla que muchas mujeres experimentaron durante el confinamiento del año 2020 por la pandemia de COVID-19.
Hasta ahora, la ciencia había demostrado que la vacuna contra el coronavirus podría ser la responsable de cambios en la menstruación, como el que realizaron investigadores de la universidad de Granada, en el que participaron 23.000 mujeres con la pauta completa de vacunación.
Sin embargo, era desconocido el motivo por el que tantas mujeres experimentaron cambios en su ciclo menstrual durante el confinamiento del año 2020. La principal sospecha recaía sobre el propio virus. el COVID-19, pero el primer estudio sobre las causas de las alteraciones en los ciclos menstruales durante aquella época demuestran que la causa es otra: el estrés.

La investigación, que no ha podido concluir cuántas mujeres se vieron afectadas por estas alteraciones en su ciclo menstrual durante el encierro que comenzó en marzo de 2020, ha tomado como referencia un nutrido grupo de mujeres de entre 15 y 55 años que no contrajeron en aquella época el coronavirus.
Estas mujeres experimentaron cambios menstruales como retrasos, ausencias o sangrados constantes durante las semanas que duró el confinamiento, lo cual, concluye el estudio, tuvo consecuencias directas en el estado emocional de muchas de ellas y también provocó una disminución del deseo sexual. La investigación no se centra en el dolor, pero, por si los sufres, en esta pieza compartimos consejos para aliviar los dolores de la menstruación.
El procedimiento del estudio ha girado en torno a una encuesta online que han respondido 6.449 mujeres, de las que se tuvieron en cuenta para el análisis final 4.989. Esta encuesta ha permitido recoger datos de interés como las actividades realizadas durante el confinamiento, la actividad sexual y, por supuesto, los cambios relacionados con el ciclo menstrual. Este último parámetro se tuvo en cuenta en aquellas mujeres que no utilizaban anticonceptivos hormonales.

Pues bien, se gún los datos publicados por medios catalanes como El Periódico y La Vanguardia, el 92,3% de las mujeres consultadas tuvo al menos la menstruación una vez durante el confinamiento y solo el 7,7% experimentó amenorrea, ausencia de regla. Para el 19% de las encuestadas disminuyó la calidad de vida asociada a la menstruación, y solo mejoró para el 1,6%, mientras que para casi la mitad de las mujeres, un 49,8%, disminuyó la actividad sexual en aquellas semanas. Solo aumentó para el 9,5%.
En relación con los cambios menstruales, aspecto principal de la investigación, o al menos el más noticiable, el estudio concluye que no existieron diferencias significativas a nivel estadístico en lo que respecta a la incidencia de amenorrea o la regularidad del ciclo menstrual, que también se puede ver afectada por otros motivos, como la perimenopausia, el período de transición natural hacia la menopausia.
En cambio, el estudio sí muestra dichas diferencias en lo que respecta a la intensidad de los cambios en el estado emocional relacionados con los factores estresantes del confinamiento. Y también refleja diferencias importantes en base a los cambios en el ciclo menstrual.
Por todo ello, la investigación del hospital barcelonés concluye que fueron los cambios en el estado emocional los que más afectaron en los trastornos menstruales que muchas mujeres experimentaron durante la pandemia, no así la duración del confinamiento o el propio virus.