Es normal que, en algún momento dado, podamos confundirnos entre el jugo de manzana y la sidra de manzana. Aunque ambas bebidas están hechas de manzanas, sí existen algunas diferencias que debemos tener en cuenta en todo momento. Es más, sus diferencias dependerán incluso del lugar en el que vivamos y cómo sean denominadas.
En Estados Unidos, por ejemplo, se denomina sidra de manzana al líquido sin procesar que se obtiene de esta fruta. Para conseguirlo, las manzanas son lavadas, cortadas y trituradas. Por tanto, la sidra de manzana contiene tanto el líquido como parte de la pulpa de la manzana, lo que le confiere ese color marrón tan característico, y un aspecto apelmazado.
Es necesario conservarla en la nevera cuando se desea almacenar durante mucho tiempo, ya que, de lo contrario, su sabor cambiará, al igual que su color. Sin embargo, si colamos la sidra de manzana y retiramos la pulpa, la bebida se acabará convirtiendo en jugo de manzana.
En Inglaterra, sin embargo (al igual que en España), la sidra de manzana sí es conocida por ser una bebida alcohólica. Para su elaboración, una vez extraído el líquido del puré de manzana, se fermenta, lo que confiere a la sidra propiedades alcohólicas. La sidra fermentada es conocida como sidra dura, mientras que la sidra tradicional es habitualmente conocida como sidra blanda.
No obstante, en las distintas sidras de manzana que podemos encontrar en los supermercados, suele ser común que se añada levadura, especialmente con la finalidad de aumentar la tasa de fermentación. Además, es habitual que se compruebe el equilibrio entre los nutrientes, su contenido de azúcar, levaduras y ácidos.
Cómo hacer sidra de manzana casera (sin alcohol)

Ingredientes:
- 10 manzanas medianas
- 1 naranja
- 4 palitos de canela
- 1 cucharadita de clavo molido
- Azúcar
- Agua
Elaboración:
Comenzamos pelando la naranja y colocamos los gajos en una olla de cocción lenta. Enjuagamos las manzanas, las cortamos en cuartos y las añadimos en la olla de cocción lenta. Añadimos los palitos de canela, el clavo molido y el azúcar. Añadimos la suficiente cantidad de agua como para cubrir la fruta.
Cocinamos a fuego lento durante 7 horas. Pasado el tiempo, es normal que la fruta haya adquirido una textura muy suave. Con la ayuda de una cuchara grande, trituramos la fruta, lo que nos ayudará a que se liberen sus líquidos. Una vez hecho esto, dejamos que la sidra se cocine a fuego lento durante 1 hora más.
Ahora, a través de un colador de malla fina, que habremos colocado en una olla grande, colamos el líquido grueso lentamente. Una vez colada, procedemos a colar otra vez para retirar cualquier otro sólido que haya podido quedar. Se recomienda servir caliente.
La sidra sobrante se mantendrá muy bien en la nevera durante un máximo de 7 días.

Ingredientes:
- 5 o 6 manzanas
- ½ taza de agua
Elaboración:
Comenzamos limpiando y troceando las manzanas. Desechamos el corazón junto con las semillas.
Añadimos ahora los trozos de manzana a la licuadora junto con ½ taza de agua, lo que ayudará a que la máquina mezcle las manzanas y se obtenga una consistencia mucho más suave. ¡Listo! Si deseas deshacerte de la pulpa, simplemente vierte el jugo de manzana en un colador.
Ingredientes:
- 1 l de jugo de manzana
- 1 rama de canela
- 2 clavos
- Tiras de piel de naranja
Elaboración:
Ponemos el jugo de manzana, las tiras de cáscara de naranja, los clavos y la rama de canela en una cacerola, y cocinamos a fuego lento durante 10 minutos.
Al momento de servir, se recomienda servir la bebida caliente en un vaso o taza, acompañando con un poco de cáscara de naranja y un trozo de canela en rama.