La gastronomía italiana es una de las más apreciadas en el mundo. Su plato más representativo es la pizza, un delicioso manjar que gusta a prácticamente todos y que nace en Nápoles allá por el siglo XVIII. Desde ahí se popularizó por el resto del mundo y a día de hoy, podemos decir que es uno de los más versionados.
El origen de la pizza no es muy preciso. En antiguas civilizaciones como la egipcia o la romana ya elaboraban un plato bastante similar, una hogaza de pan que calentaban y añadían diversos ingredientes. Sin embargo, lo más parecido a la pizza que hoy en día conocemos como tal, se originó en la ciudad italiana de Nápoles, en el siglo XVIII, una vez que el tomate se hubo extendido por toda Europa. Por aquel entonces era un plato muy sencillo que daba sustento a la población más humilde. Más tarde comenzó a expandirse a lo largo y ancho del planeta dando lugar a infinidad de versiones. De hecho, en países como Argentina tienen su propia receta de pizza, que se diferencia de la italiana por ser mucho más contundente que ésta gracias a su masa alta.
La pizza más antigua del recetario italiano es la marinara. Aunque por el nombre pueda parecerlo, entre sus ingredientes no se encuentra el pescado ni el marisco. De hecho, se elaboraba con unos ingredientes muy básicos (aceite de oliva, ajo, orégano y tomate), que eran los que daban sustento a los marineros que faenaban en la bahía de Nápoles. Otra de sus pizzas más tradicionales y sencillas es la margarita. Esta pizza debe su nombre a la famosa reina italiana, que, a su paso por Nápoles, no pudo resistirse a probarla, y quedó totalmente fascinada por su delicioso sabor.
Para los puristas de la pizza italiana, estas son las dos únicas variedades de este plato que existen. Sin embargo, en el recetario del país de la bota hay lugar para muchas otras versiones igualmente deliciosas. Te contamos cuáles son las más clásicas que puedes encontrar en el menú de un verdadero restaurante italiano. ¡Se te hará la boca agua!
Capricciosa
La pizza capricciosa tiene un origen muy concreto. Nace en Roma en los años 50 de la mano de Enea Dante Santerini, propietario del restaurante La Capricciosa (que, por cierto, sigue existiendo). La familia todavía conserva la patente de esta deliciosa receta cuyos ingredientes son las aceitunas negras, el tomate, las alcachofas y el queso mozzarella.

Cuatro estaciones
La pizza cuatro estaciones es una de las más clásicas de la gastronomía italiana. Con una base de tomate y mozarella, esta deliciosa pizza se elabora distinguiendo entre cuatro partes en lugar de mezclar todos los ingredientes. De este modo, en cada porción encontramos los ingredientes que se corresponden con las diferentes estaciones del año. Las alcachofas para la primavera, aceitunas con tomate y albahaca para el verano, champiñones para el otoño y jamón cocido para el invierno.

Funghi
Originaria de Nápoles, la pizza de champiñones o funghi es una de las pocas que no lleva base de tomate. Se elabora con champiñones Portobello, de París o setas variadas, y es una de las más clásicas en la carta de cualquier restaurante italiano. Se trata de una de las recetas más sencillas de la gastronomía italiana, que prueba que a veces, la sencillez es lo más acertado.

Calzone
La calzone no es una pizza como tal, pero constituye una manera diferente de disfrutar de este delicioso plato italiano. Hoy en día la encontramos en prácticamente cualquier restaurante italiano en diferentes versiones, pero la más tradicional es la que lleva verduras, carne, ricotta y mozarella.

Margarita
Originaria de Nápoles, la pizza margarita es la más clásica de entre todas las clásicas. La receta es de lo más sencilla, pero no por ello menos deliciosa. Se elabora con mozzarella, tomate, albahaca fresca y aceite de oliva. Cuenta la leyenda que la inventó Raffaele Esposito para celebrar la visita del rey Umberto I y la reina Margarita Teresa de Saboya. El cocinero preparó tres pizzas diferentes para la ocasión, aunque la que más gustó a la reina fue la margarita, pues sus colores le recordaban a la bandera de Italia.

Marinara
Aunque lo parezca, la pizza Marinara no lleva ningún ingrediente del mar. De hecho, es una de las pizzas más sencillas de su gastronomía, pues entre sus ingredientes únicamente figuran aceite de oliva, orégano, ajo y tomate. Esta antigua receta debe su nombre a los pescadores que faenaban en la bahía de Nápoles, cuyo sustento eran los ingredientes con los que se elabora esta pizza.
