A pesar de lo que podríamos llegar a pensar en un primer momento (posiblemente por su peculiar nombre), la realidad es que la receta de ternera Strogonoff es muy fácil de seguir y de preparar.
No en vano, nos encontramos ante un plato de origen ruso que, aunque delicioso, solo necesita unos pocos ingredientes para elaborarlo: carne de ternera, nata, cebolla, champiñones, mostaza, pimentón y vino blanco.
Aunque es cierto que estos son los ingredientes principales, debemos tener en cuenta que la receta puede variar ligeramente, de manera que podemos encontrarnos con elaboraciones que no contengan pimentón, motivo por el cual la salsa puede llegar a tener una apariencia algo más oscura (y no tan anaranjada).
De hecho, la receta es tan sencilla y simple que en apenas 30 minutos estará lista, por lo que es una opción perfecta para esas jornadas en las que no tienes demasiado tiempo, o simplemente no tienes muchas ganas de quedarte en la cocina.
Nutritivo y delicioso, como veremos a continuación, la realidad es que este plato ruso ha viajado durante bastantes décadas antes de llegar a nuestros días.
¿Cuál es realmente el origen de la ternera Strogonoff?
Aunque se conoce que proviene de Rusia, lo cierto es que su verdadero origen se desconoce. Pero esto no significa que no existan algunas teorías.
Por ejemplo, algunos historiadores señalan que podría haber sido creado por un chef que le dio el nombre de la familia para la cual trabajaba: la familia Stroganov, descendiente de la nobleza rusa del siglo XIX. Poco a poco, a medida que fue pasando el tiempo, la ternera Strogonoff se acabó convirtiendo en uno de los platos estrella de la gastronomía rusa.
Curiosamente, durante la Revolución Rusa, los rusos que pertenecían al Movimiento Blanco se exiliaron en China, donde el plato tuvo gran éxito. Luego, años después, sería exportado a Estados Unidos por soldados estadounidenses. Aunque no fue hasta la década de 1950 cuando también se hizo popular en el país, llegando finalmente a Europa.
Receta de Ternera Strogonoff

Ingredientes:
- 500-750 g de bistec de ternera cortado en trozos delgados
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 3 cucharadas de mantequilla
- 1 cebolla picada grande
- 500 g de champiñones laminados
- 2 cucharadas de harina
- 500 ml de caldo de carne
- 2 cucharaditas de mostaza
- 125 ml de nata para cocinar
- Perejil picado (para servir)
Elaboración:
Comenzamos cortando el bistec en trozos pequeños, de aproximadamente 5 cm x 0,60 cm. Pelamos la cebolla y la picamos. Lavamos bien los champiñones y los cortamos en rodajas, laminándolos.
Calentamos en una sartén 1 cucharada de aceite, y doramos la mitad de los trozos de carne a fuego alto (30 segundos por cada lado). Observarás que, cuando la carne se dore, se empezará a formar una costra. Esto ayudará a proteger los jugos del interior, dejando la carne tierna. Debido a ello, para evitar que se endurezca, no es recomendable cocinarla durante mucho tiempo.
Retiramos los trozos de carne y los reservamos en un plato, cubriendo con papel de aluminio para mantener el calor.
Añadimos el resto del aceite a la sartén y doramos la otra mitad de la carne de la misma forma. Una vez dorados, los añadimos al otro plato.
Ahora vamos a preparar la salsa. Para ello, ponemos la mantequilla en la sartén y añadimos la cebolla. Rehogamos durante unos minutos, hasta que se ablande, y añadimos los champiñones. Seguimos cocinando, removiendo de forma ocasional.
Mientras los champiñones sueltan su jugo, añadimos sal y pimienta al gusto. Espolvoreamos con harina y mezclamos bien. Seguidamente, agregamos el caldo de carne en dos o tres veces mientras continuamos revolviendo, evitando con ello que se formen grumos.
Cocinamos, revolviendo ocasionalmente para espesar la salsa. Cuando haya adquirido la textura ideal, añadimos la mostaza y la nata. Mezclamos.
Finalmente, añadimos la carne y calentamos sin que llegue a hervir. ¡Listo!
Esta carne es ideal cuando, además, añadimos un poco de perejil fresco por encima. Además, también combina muy bien con pasta, arroz, verduras al vapor o puré de papas.