Jamie Oliver es un animal televisivo. Si has visto ese adictivo show que es Jamie cocina en Italia sabrás de la pasión de este famoso cocinero británico por la comida del país de la bota, pero como a él le gustan otras muchas cocinas, siempre es capaz de darle su toque a recetas originales transalpinas como el risotto.
El chef es uno de esos ángeles de la guarda para aquellos a los que nos gusta comer bien en casa hasta cuando solo tienes media hora justa para cocinar, o cuando simplemente no tienes ideas. A él le sobran y, lo mejor de todo, es que se lo pone fácil a sus seguidores. Cualquiera puede cocinar bien si sigue sus consejos. Puedes ser original sin complicarte mucho la vida y estos cinco risottos made in Oliver son buena prueba de ello.
Risotto de mariscos
Según Jamie Oliver, si asas unos tomates y a partir de ellos das forma a un risotto ‘frutti de mare’ sorprenderás a tus invitados con total seguridad. “Un plato absolutamente decadente, pero merece la pena”. Si él lo dice, no dudes en cocinarlo.
Mira que siempre pensamos y buscamos maneras de cocinar este producto vegetal que es oro puro cuando está en temporada, pero no se nos había ocurrido hacerlo nunca en risotto. Sí en arroz, pero más a la española que a la italiana. Oliver las incorpora en rodajas muy finas, como se corta la trufa, a la receta clásica de risotto blanco clásico. Menos es más.
Jamie Oliver no lo puede evitar, las salchichas le vuelven loco. Pero no cualquier salchicha, sino un producto artesanal de calidad, de esas que solo venden los mejores carniceros del lugar. Con ellas hace muchas elaboraciones, entre ellas un risotto al que añade vino tinto y un fondo de verduras y hierbas. Lo remata con un puñado de avellanas crujientes y con mucho parmesano, por supuesto.
Una segunda versión del risotto con salchicha es esta en la que la calabaza es su protagonista. Un plato ideal para el otoño en el que puedes sustituir, sin que el cocinero inglés se entere, las salchichas por unas setas de temporada.
Aunque es difícil renunciar al parmesano cuando se trata de un risotto, en Italia hay quesos tan buenos como este. Es el caso de la mozzarella de búfala, que Oliver combina con calabacín y albahaca para hacer un risotto muy original. Según el chef, “El vino blanco le da una hermosa profundidad de sabor”.
Ya sabes que no es risotto si no se mueve constantemente el arroz para que expulse su almidón y adquiera esa textura sedosa característica de este plato que podéis hacer casi con la combinación de productos que queráis. Basta con un fondo de verduras al gusto sencillo, y un ingrediente o dos principales. Un chorrito de vino para aromatizar más si cabe el plato y mucha paciencia para no separaros del fuego en todo el cocinado. Eso sí, que no falten el parmesano y la mantequilla de calidad. ¡No les quitéis la gracia!