Renueva tu espacio: cómo pintar un armario empotrado en 5 sencillos pasos

Pintar un armario empotrado es una forma efectiva de refrescar y actualizar el aspecto de tu habitación. El proceso es accesible para la mayoría de las personas, lo que lo convierte en un proyecto de bricolaje gratificante. 
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Los armarios empotrados ofrecen almacenamiento y contribuyen a ahorrar espacio. Sin embargo, con el tiempo, es posible que desees darles un nuevo aspecto para que se integren mejor con la decoración de tu habitación. Pintar un armario empotrado es una excelente forma de lograr este objetivo, y en este artículo, te guiamos a través de los pasos necesarios para llevar a cabo esta renovación.

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Paso 1: Preparación

La preparación es la clave para cualquier proyecto de pintura exitoso. Comienza por vaciar completamente el armario. Retira la ropa, perchas y cualquier otro objeto que pueda obstruir tu camino. Una vez que el armario esté vacío, quita las puertas de los armarios si es posible. Esto te facilitará el acceso a todas las áreas y evitará que las puertas se ensucien de pintura.

Paso 2: Limpieza

Antes de comenzar a pintar, asegúrate de que la superficie del armario esté limpia y libre de polvo, grasa o cualquier otro tipo de suciedad. Lava las paredes y los estantes con agua tibia y detergente suave. Asegúrate de enjuagar bien para eliminar cualquier residuo de detergente. Después, deja que el armario se seque por completo antes de proceder.

Paso 3: Preparación de Superficie

Es importante lijar ligeramente la superficie del armario para crear una base adecuada para la pintura. Utiliza papel de lija de grano fino para suavizar cualquier irregularidad en la madera o en la superficie existente. Luego, limpia el polvo resultante con un paño húmedo. Si el armario tiene áreas dañadas o agujeros, este es el momento de repararlos con masilla para madera y dejar que seque según las indicaciones del producto.

Paso 4: Pintura

Una vez que la superficie del armario esté preparada, estás listo para comenzar a pintar. Antes de aplicar la pintura, asegúrate de proteger las áreas circundantes. Coloca cinta de pintor en los bordes de las paredes y cubre el suelo con plástico o papel de periódico para evitar salpicaduras accidentales.

El tipo de pintura que elijas dependerá de tus preferencias personales y del aspecto que desees lograr. La pintura acrílica es una opción popular para armarios empotrados debido a su durabilidad y facilidad de limpieza. Asegúrate de aplicar al menos dos capas de pintura, dejando suficiente tiempo de secado entre cada una. Siguiendo las indicaciones del fabricante, puedes lograr un acabado uniforme y de alta calidad.

Paso 5: Toques Finales

Una vez que la pintura esté completamente seca, es el momento de realizar los toques finales. Si quitaste las puertas, reinstálalas en su lugar. Limpia cualquier mancha o salpicadura de pintura que pueda haber quedado en las manijas o bisagras. Considera la posibilidad de cambiar o actualizar los tiradores y perillas de las puertas para darle un aspecto renovado al armario.

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Finalmente, vuelve a llenar el armario con tu ropa y objetos personales. ¡Te sorprenderá el cambio que una capa de pintura puede hacer en la apariencia de tu armario empotrado y, por ende, en toda la habitación!

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