Tener una casita en plena naturaleza es maravilloso, menos cuando aparecen las humedades o cuando, a la vuelta del fin de semana, hay que ponerse a limpiar manchas. Si en tu casa hay manchas de humedad, sigue nuestros consejos.
De las prendas de algodón
Si guardamos la ropa a medio secar en armarios con ambiente húmedo (por estar cerca de tuberías o goteras) lo más probable es que aparezcan unas manchas negras y mohosas que se eliminan sencillamente lavando la prenda con agua amoniacada. Si es necesario, se frota ligeramente con un cepillo de uñas.
De los edredones de algodón
Si la humedad se ha introducido en el relleno del edredón y no hay manera de que se seque, lo mejor es lavarlo: quitaremos las posibles manchas amarillas y desaparecerá el olor a humedad. Esto se hace añadiendo al detergente un chorro de amoníaco. Una vez escurrido, lo ideal es tenderlo al sol para que se seque bien pero, si no se puede, se descose una esquinita lo suficientemente grande para que entre la boca del secador del pelo y se enchufa con aire frío.
Del cuero y ante
Las manchas amarillas de humedad se eliminan fácilmente frotando la zona con un trapo humedecido en vinagre. En el caso del ante, se debe seguir la dirección del pelo, escurrir muy bien el trapo y secar con el secador de pelo para que no salga de nuevo la humedad. En el caso del cuero, se seca con un trapo y se nutre con crema hidratante.
De la lana y la seda
Las manchas de humedad de los tejidos delicados y de los sintéticos se eliminan frotando con leche. Después se lavan como de costumbre con jabón especial para prendas delicadas.
De los espejos
El mejor truco es pasarles un trapo o un algodón empapado en aceite de máquina (del que se usa para la moto, la cortadora de césped, etc.). Conviene dejarlo que se seque unos minutos y luego retirar el exceso con un papel de seda o un papel absorbente de cocina.
Como último paso, se limpia bien el espejo con alcohol y se seca con papel de periódico.
Además, la humedad continuada es la causante de que el espejo pierda su azogue (pátina negra que llevan por detrás), para evitarlo conviene cubrir toda la parte de atrás con una silicona transparente. Se puede comprar en tubo y extender con la ayuda de un cartón.
De la madera
En los muebles y suelos no barnizados suelen aparecer cercos provocados por la humedad de tiestos, vasos, etc.
Cuando la marca es muy reciente, bastará frotar enérgicamente con un trapo de lana, secar bien con un secador de pelo y aplicar, de nuevo una capa de cera.
Si la humedad lleva tiempo, lo mejor es frotar primero con esencia de trementina, para eliminar la mancha blanquecina y después se restaura el color aplicando un poco de cera del color de la madera.
Del papel pintado
Para eliminar la mancha negra de moho, hay que pasar un trapo empapado en agua oxigenada.
A continuación, hay que eliminar la humedad espolvoreando con talco, colocando encima un papel absorbente y pasando la plancha hasta que no quede nada de humedad. Se dejan los posibles restos de talco que queden sobre la mancha hasta el día siguiente y se cepilla bien.
Si la humedad se debe a que la habitación se encuentra en un lugar permanentemente húmedo, lo mejor es dejar en algún rincón, un cuenco con cloruro de calcio que resecará el ambiente.
De las paredes pintadas
La única opción es repintar, pero antes hay que limpiar la mancha frotando con un trapo y una disolución de agua caliente y lejía a partes iguales. Se deja secar dos horas y se rasca con un cepillo.
A continuación, se vuelve a frotar con una esponja empapada en la misma disolución de agua con lejía y se deja secar pero, esta vez, de dos a tres días.
Por último, se aplica un fungicida para evitar que vuelva a salir la humedad y se pinta con el color deseado.
Trucos estrella
Si las toallas del baño cogen humedad, puedes poner dentro del armario una pastilla de jabón sin papel o un saquito de sal y una naranja con clavos de olor.
Al ducharnos con agua caliente, el espejo se empaña y se llena de vaho. Un truco infalible para que esto no ocurra es frotar la superficie con un algodón empapado en alcohol y dejar que se evapore sin secarlo. Con esta capa protectora no se empañará nunca más.
Si en las juntas de los azulejos sale humedad, eliminarás las manchas frotándolas con un cepillo empapado en lejía y dejándolas secar antes de aclarar. Para evitar que la humedad haga mancha, un buen truco es frotar las juntas con agua oxigenada.