Cómo evitar el dolor de estómago

Si a menudo tienes el abdomen hinchado, haces mal la digestión o tienes ardor debes empezar a cambiar algunos hábitos para evitar esos incómodos efectos después de las comidas.
Los mejores alimentos que puedes tomar si te duele el estómago

El dolor de estómago, esa incomodidad que todos hemos experimentado en algún momento, puede afectar significativamente nuestra calidad de vida. Sin embargo, con algunas estrategias nutricionales y hábitos saludables, es posible reducir la frecuencia y la intensidad de este malestar. Descubramos juntos cómo cuidar de nuestro estómago y navegar las aguas de la salud digestiva.

En la digestión influyen muchos factores, desde la forma de masticar hasta el tipo de comida, pasando por los procesos propios de nuestro organismo: la saliva, el ácido clorhídrico del estómago y otros fluidos hache que el proceso digestivo sea bueno o nos haga pasar un mal rato.

Masticar rápido o no hacerlo bien, así como ingerir muchas grasas o alimentos poco saludables suelen ser los causantes de estos trastornos denominado dispepsia, y que puede resolverse o minimizarse cambiando nuestros hábitos a la hora de las comidas.

1. El tipo de alimentos. La dieta mediterránea y los alimentos bajos en grasa, lo que llamamos la comida saludable, son fundamentales. Estos alimentos nos aportan una buena nutrición y vitaminas, pero a la vez son bajos en grasas, favorecen el tránsito intestinal y una buena digestión. En este grupo entrarían las frutas, el pan integral, los cereales, las carnes blancas y el pescado.

2. La forma de comer. Solo hay una máxima: comer despacio. Hay que ingerir los alimentos y beber de manera calmada, sin estrés. Se deberían invertir al menos 30 minutos en cada comida y evitar hacer una actividad física intensa después de ingerir alimentos. Hay que cortar los productos en trozos pequeños y masticarlos como mínimo 20 veces para que el estómago tenga que hacer un menor esfuerzo y facilitar la digestión. Antes de dormir no es aconsejable tomar comidas copiosas. Lo mejor es apuntarse a las cenas ligeras.

3. El horario de las comidas. Es muy importante la regularidad de las comidas y hacerlas siempre a las mismas horas. Es preferible comer menos pero con mayor frecuencia. Lo ideal es hacer de cinco a seis comidas al día: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena.

4. Alimentos amigables: Incorporar alimentos fáciles de digerir puede marcar una gran diferencia. Frutas como plátanos y manzanas, arroz blanco, zanahorias y yogur natural son opciones que suelen ser gentiles con el estómago. Estos alimentos ofrecen nutrientes esenciales sin ejercer una carga excesiva en el sistema digestivo.

5. Evita desencadenantes individuales: Cada persona es única, y lo que desencadena molestias en un individuo puede no afectar a otro de la misma manera. Mantén un registro de los alimentos que podrían estar relacionados con el dolor de estómago y considera reducir o eliminar aquellos que parecen ser desencadenantes individuales.

Con estas pautas y llevando una vida saludable, una alimentación sana combinada con ejercicio, se evitan las malas digestiones y lograremos un estado de bienestar después de cada comida. ¡Adiós al ardor, al reflujo y al dolor!

En nuestra búsqueda constante de bienestar digestivo, es fundamental recordar que cada cuerpo es único, y lo que funciona para uno puede variar para otro. Sin embargo, si el dolor de estómago persiste o se vuelve más intenso, no hay sustituto para la orientación de un profesional de la salud. Consultar a un médico o nutricionista puede proporcionar una evaluación más precisa y personalizada, así como estrategias específicas para abordar las preocupaciones digestivas de manera efectiva.

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