Revista Mía

Dieta macrobiótica: pros y contras de este tipo de alimentación

¿Has oído hablar de ella? Te contamos los beneficios e inconvenientes de esta dieta tan famosa.

¿Alguna vez has oído hablar de la dieta macrobiótica? Desarrollada por primera vez por el filósofo George Ohsawa, este régimen tiene sus orígenes en la teoría del equilibrio entre el Yin y el Yang. Este tipo de alimentación busca conseguir un equilibrio entre nuestro cuerpo físico y el emocional a través de los alimentos que comemos, que pueden ser yin (generalmente los fríos, bajos en calorías y altos en potasio) o bien yang (los más calientes y altos en calorías).

La dieta macrobiótica apuesta sobre todo por el consumo de productos 100% orgánicos, cultivados localmente y de temporada. Generalmente, la ingesta de alimentos en la dieta macrobiótica se divide aproximadamente de la siguiente manera:

  • El 40-60% dene provenir de cereales integrales como el arroz integral, la cebada, la avena o el trigo sarraceno.
  • El 20-30%, de frutas y verduras.
  • El 10%-25%, de productos como el tofu, el miso y el tempeh, así como vegetales marinos como las algas.

Los beneficios

La dieta macrobiótica prohíbe el consumo de alimentos procesados e industriales, que son los más peligrosos para la salud. Así, con ella se puede contribuir a reducir el consumo de sustancias como las harinas refinadas, los azúcares añadidos, las grasas trans o el aceite de palma, tan perjudiciales para el organismo.

Quienes la han probado aseguran que reporta todavía más beneficios: más energía, calma, regularidad intestinal, estados de ánimo estables, pérdida de peso… Es cierto que esta dieta reduce considerablemente las calorías consumidas -por eliminar gran parte de los alimentos de origen animal- por lo que puede ser eficaz para personas que busquen perder unos kilos.

Los inconvenientes

La dieta macriobiótica, apuesta, por ejemplo, por sólo comer o beber cuando se sienta necesidad. Esta recomendación de consumir sólo agua de forma puntual puede provocar episodios de deshidratación.

Así mismo, la dieta macrobiótica es generalmente baja en proteínas (ya que se limita al máximo el consumo de carnes, lácteos o huevos), por lo que también puede producir anemia o en el peor de los casos, pérdida de tono muscular o retraso en el crecimiento. La dieta es especialmente restrictiva con los lácteos, por lo que la falta de calcio también puede ser bastante acusada.

Por último, no hay que olvidar que esta dieta es bastante selecta, restrictiva y que apuesta por el consumo de alimentos orgánicos y 100% naturales, unos productos que desgraciadamente, suelen tener un precio más elevado o son más difíciles de conseguir.

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