Revista Mía

Alergia a las legumbres: cómo detectarla y alimentos que más la producen

En nuestro país, estos alimentos ocupan el quinto puesto en la lista de los alérgenos más comunes en la población infantil, siendo menos frecuente en adultos.

Las legumbres son básicas en la dieta mediterránea. Aportan proteínas, hidratos de carbono y fibra, así como vitaminas del grupo B, potasio y magnesio. Sí, son muy saludables, pero también de los alimentos más conflictivos en lo que a alergias se refiere. Normalmente afecta más a niños, aunque la población adulta también puede sufrirla. Veamos qué alimentos son más susceptibles de provocarla y cuáles son los síntomas.

La alergia a las legumbres se trata de una reacción adversa de nuestro cuerpo tras el consumo del alimento implicado. En ocasiones, ni siquiera es necesario ingerirlo, puede producirse por el solo contacto físico con el alimento o con la inhalación del polvo de la harina.

Cuáles son las legumbres que más alergias provocan

Aunque lo consideramos un fruto seco, el cacahuete es una legumbre, y una de las que más alergias provoca. De hecho, en los países anglosajones representa un problema de salud pública. La padece el 0,5% de la población y el problema es que las reacciones asociadas a esta legumbre suelen ser de cierta gravedad, como dificultad respiratoria o hipotensión arterial. Las lentejas y los garbanzos ocupan también un lugar destacado en la lista de alérgenos frecuentes, siendo menos frecuentes la soja y las judías verdes y blancas. En la mayoría de casos de niños alérgicos a estas legumbres, esta desaparece al alcanzar la edad adulta.

En muchos casos, las legumbres no pierden su alergenicidad al cocinarse y esta puede llegar a incrementarse en este proceso. Si bien es cierto que el calor ha demostrado reducirla en ciertos alimentos vegetales, las legumbres no son uno de ellos. Diversos estudios científicos han probado la termoestabilidad de los alérgenos de la lenteja, el garbanzo, el guisante, el altramuz y la soja.

Además de como alimentos, algunas legumbres suelen usarse a modo de espesante y estabilizante en la industria alimentaria y farmacéutica. Por eso, leer bien las etiquetas es clave para evitarnos problemas. Ten especial cuidado con los siguientes elementos:

  • Goma Arábiga E-414.
  • Traganto E-413.
  • Guar E-412
  • Algarrobo o Garrafín E-410.
  •  Goma Arábiga, Traganto, Guar, Algarrobo o Garrafín sin las referencias de E-.
  •  Complementos en repostería y pan que tengan harina de leguminosas.
  •  Lecitina de Soja.

Goma Arábiga E-414.

Traganto E-413.

Guar E-412

Algarrobo o Garrafín E-410.

Goma Arábiga, Traganto, Guar, Algarrobo o Garrafín sin las referencias de E-.

Complementos en repostería y pan que tengan harina de leguminosas.

Lecitina de Soja.

Las manifestaciones clínicas de la alergia a las legumbres son similares para todas ellas. Algunas de las más comunes son:

  • Síndrome de alergia oral: picor en la boca, labios, lengua o faringe.
  • Urticaria y aparición de habas cutáneas en cualquier parte del cuerpo.
  • Náuseas y vómitos.
  • Rinitis.
  • Dificultad para respirar y crisis asmáticas.
  • Anafilaxis. Se caracteriza por la bajada brusca de la presión arterial e incluso puede provocar la pérdida del conocimiento. Hay que tratarla muy rápido.

En primer lugar, es importante destacar que no es lo mismo una intolerancia que una alergia. Estas últimas provocan reacciones adversas, pero en ellas no está implicado el sistema inmunitario. Ante la sospecha de una alergia es importante acudir a un especialista y no realizar autodiagnósticos. El alergólogo nos realizará una entrevista para tratar de identificar el alimento que nos está provocando este problema y nos realizará análisis de sangre y tests dérmicos.

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