Llegada directamente desde el sur de Asia, el jackfruit se cuela poco a poco en nuestra dieta. Seguramente es probable que ya hayas escuchado alguno de los cuatro nombres por los que se le puede conocer: saca, jaca, panapén o jackfruit. Sea como sea, hablamos de la que es la fruta más grande del mundo (puede pesar hasta 50 kg, con un diámetro de unos 25 cm y una longitud de 1 metro). Un superalimento muy de moda, no solo entre las personas veganas o vegetarianas por su curioso sabor a carne, si no también gracias a sus propiedades nutricionales y a sus numerosos (y sorprendentes) beneficios para la salud.
A nivel nutricional, el jackfruit destaca por su alto contenido en vitamina C y provitamina A, también conocida como betacaroteno. Además, es una fruta con alta concentración en fitoesteroles, polifenoles y que tiene una gran variedad de compuestos bioactivos que le confieren propiedades antioxidantes. También es una buena fuente de fibra y minerales como el magnesio, potasio, cobre y manganeso. Pero lo que hace que el jackfruit sea una fruta única es su contenido en proteínas. “Proporciona más de 1,7 gramos de proteína por 100 gramos, en comparación con los 0,2 o 0,8 gramos en otros tipos de frutas similares, como las manzanas y los mangos”, declara la nutricionista del Grupo Teresa Carles Healthy Foods, Mireia Cervera.
El jackfruit es comestible tanto si está verde como si está maduro. Cuando está verde, su sabor es bastante insípido, mientras que cuando está maduro se puede consumir en crudo como una pieza de fruta tal cual. En este caso su sabor es suave y dulce, con aromas que recuerdan a la manzana, la piña, el mango y el plátano.
Y aquí viene lo más curioso… Si se cocina como si fuera carne (en una sartén, por ejemplo), el jackfruit adquiere el sabor de las especias y del resto de ingredientes con los que se cocine. Su aspecto y textura filosa recuerda entonces a la carne de cerdo, y con él se pueden preparar postres, curris, salteados, wraps, tacos, ensaladas y una infinidad de otros platos.

Gracias a sus cualidades palatales tan especiales -que lo convierten en una alternativa a la carne muy válida para personas veganas o vegetarianas que no quieran renunciar a su sabor- y a su interesante perfil nutricional, el jackfruit gana cada vez más popularidad. Su versatilidad también hace que sea un alimento muy práctico y agradecido en la cocina. ¿Qué más se le puede pedir?
Con este ingrediente puedes preparar desde hamburguesas vegetales hasta ‘falsas’ ensaladas César, utilizando el jackfruit como si fuera pollo. Restaurantes como Flex & Kale nos proponen más recetas originales: tacos al pastor con jackfruit cocinado al estilo pulled pork, ramen con jackfruit, bowls con varios ingredientes en el que se incluye… ¿Necesitas más ideas -y razones- para probar esta curiosa fruta con sabor a carne? Puedes encontrarla en comercios especializados, aunque su popularidad ha hecho que cada vez esté más disponible en supermercados de toda la vida.