Avellanas: propiedades, beneficios e ideas para incluirlas en tus recetas

Te contamos todo lo que tienes que saber para sacar el máximo partido al fruto del avellano.
Avellanas

Durante mucho tiempo, los frutos secos han sido demonizados por su elevado contenido en grasas, aunque no hay motivo para desterrarlos de tu dieta (todo lo contrario), pues estas son grasas catalogadas como saludables. Considerada uno de los frutos secos más saludables, las avellanas tienen mucho que ofrecer a nuestra salud. Te desvelamos cuáles son los beneficios de este sabroso fruto seco.

Antes de nada, no está de más conocer sus orígenes. La avellana es el fruto del avellano, un árbol originario de Europa y Asia. Su nombre científico es Corylus avellana, cuya primera palabra significa 'casco' en griego, lo cual nos revela que el fruto está protegido por una cáscara. Y una curiosidad: aunque generalmente nos referimos a ella como un fruto seco, en realidad se trata de una semilla.

Las avellanas, buenas aliadas de la salud cardiovascular

 Al tratarse de un fruto seco, la avellana es alta en calorías, que en su mayoría proceden de su elevado contenido en grasas (saludables, eso sí). Dentro de estas grasas de calidad, destaca su aporte de ácidos grasos monoinsaturados. Debido a la presencia de ácido oleico y linoleico en su composición, las avellanas son buenas opciones cuando se trata de ingerir alimentos que ayudan a reducir el colesterol y, por lo tanto, cuidar la salud cardiovascular.

Las avellanas ofrecen una nada despreciable cantidad de fibra (de hecho, son de los frutos secos que más aporta), que  favorece la sensación de saciedad.  Por eso,  consumirlas en pequeñas cantidades (no se recomienda tomar más de 10 o 15 avellanas al día) puede ayudarnos a adelgazar. Su alto contenido en fibra también ayuda al tránsito intestinal a funcionar en buenas condiciones, evitando el estreñimiento. 

Se trata de un fruto seco muy recomendado para deportistas, y es que consumir avellanas es un buen modo de brindar energía al organismo, gracias a su aporte de hidratos de carbono de calidad. En cuanto a los  micronutrientes, este fruto seco aporta calcio, hierro de origen vegetal, fósforo, magnesio y yodo (aunque en menor medida). Además, aporta ácido fólico y otras vitaminas del grupo B, sin olvidarnos de vitaminas C, E y K, compuestos que ayudan a mantener el sistema inmunológico y cardiovascular en buenas condiciones.

Las reinas de la repostería

Las avellanas pueden consumirse frescas, aunque lo más habitual es que su ingesta se realice tras haberlas tostado. Eso sí, no se recomienda someterlas a altas temperaturas durante mucho tiempo, pues parte de su contenido en vitamina E podría perderse de este modo.

Chocolate con avellanas - Getty Images

Hay muchas formas de disfrutar del sabor de las avellanas. Hay quien opta por añadirlas a sus ensaladas, aportando un toque crunchy. Ahora bien, la mejor forma de sacar todo el partido a este fruto seco es en repostería.  Podemos usarlas para hacer una deliciosa tarta de chocolate y avellanas, unas cookies de cardamomo, avellanas y chocolate o una tarta con crumble de avellanas y ciruelas. También puedes preparar una crema de cacao y avellanas en versión saludable o un delicioso praliné casero.

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