Analizamos la permarexia: obsesión por contar calorías de la mano de una nutricionista
Especialmente cuando nos preocupa aumentar de peso, y nos obsesionamos con lo que comemos a cada momento, aumenta el riesgo de la aparición de distintos trastornos de la conducta alimentaria.

“Yo no puedo comer esto porque estoy a dieta”, “¡madre mía! Cuántas calorías tiene esto”, “si como esto, voy a tener que quemar todas las calorías en el gimnasio”… ¿Te suenan estas frases? Seguramente sí, ya que son las típicas frases que utiliza la mayoría de personas que deciden ponerse a dieta.
Muchos de nosotros tenemos miedo a engordar y a veces, esto nos lleva a hacer dietas con intención de bajar de peso. En sí, ponernos a dieta no tiene por qué conllevar riesgos, siempre y cuando estemos hablando de una dieta sin restricciones, limitaciones ni obsesiones. De lo contrario, podríamos llegar a tener ciertos comportamientos y conductas que pueden empeorar nuestra relación con la comida y desarrollar un Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA).

En este artículo, nos centramos en un trastorno alimentario no especificado, que es la permarexia. Ahora veremos qué es y qué síntomas principales tiene.
¿Qué es la permarexia y qué síntomas tiene?
La permarexia es la obsesión por contar las calorías de todos los alimentos que se ingiere. Esto condiciona la alimentación de la persona que lo padece, porque piensa que todo alimento que ingiere engorda al tener muchas calorías, lo que les lleva a realizar dietas altamente hipocalóricas y restrictivas que pueden poner en riesgo su salud.
La permarexia es la obsesión por contar las calorías de todos los alimentos que se ingiere
Es importante atender a los síntomas principales que se manifiestan en las personas que sufren permarexia para poder identificarlo:
- Obsesión por calcular las calorías de todos los alimentos que se ingieren.
- Conductas compensatorias (ejercicio intenso, ayunos, purgas…) si considera que ha comido un exceso de calorías.
- Realizar todo tipo de dietas, expresamente las hipocalóricas.
- Conductas restrictivas respecto a la comida: evitación de alimentos y grupos de alimentos, limitaciones de cantidades…
- Sentimiento intenso de culpabilidad y de angustia por comer alimentos muy calóricos.
- Obsesión por la báscula por miedo intenso al aumento de peso.
- Interés por consumo de productos adelgazantes y milagrosos como tés detox, diuréticos, “quema-grasas” …
Como todo trastorno de la conducta alimentaria, no hay un único factor que origine este tipo de conductas, sino que es un conjunto de factores sociales, biológicos, fisiológicos, psicológicos, sociales…

Contar calorías puede acabar convirtiéndose en una obsesión.
La persona que lo padece puede generarle diversos problemas de salud, entre los que se encuentran:
- Pérdida de masa muscular.
- Déficits de nutrientes esenciales para el correcto funcionamiento del organismo por llevar un dieta estricta y baja en energía.
- Estreñimiento por falta de fibra en la dieta y otros problemas gastrointestinales.
- Episodios de hipoglucemia por bajo azúcar en la sangre que terminan en mareos, escalofríos…
- Cambios hormonales que impactan en el metabolismo y en estado anímico.
Además, se trata de una enfermedad psicológica que también se relaciona con otros problemas como:
- Depresión, ansiedad, inestabilidad emocional…
- Baja autoestima e insatisfacción corporal.
- Comportamientos obsesivos con la alimentación, el ejercicio, el peso de la báscula…
- Aislamiento y evitación de eventos sociales.
Quien padece permarexia o cualquier otro trastorno psicológico, probablemente es porque hubo un problema emocional que lo desencadenó. Lo que suele ocurrir es que, cuando lo sufrimos, no solemos ser consciente de ello y nos cuesta reconocerlo.
Es muy importante hacerle ver a la persona que está teniendo ciertas actitudes que pueden ser peligrosas para su salud y expresar tu preocupación por su bienestar. Y entender que, una alimentación deja de ser saludable cuando esta gira en torno a la obsesión, perfección, rigidez…