Las patatas no son una verdura pero ahora sabemos que tienen estos beneficios en la dieta
Una nueva investigación estadounidense demuestra que las patatas pueden ayudar a perder peso y, sobre todo, a controlar los niveles de glucosa en la sangre.
Alrededor de las patatas existe bastante confusión. Las comemos a menudo, ya sea asadas, fritas o en guisos, incluso en ensaladas o en purés, pero a mucha gente no le queda claro lo que son exactamente. Tanto es así que hay quien sigue creyendo que son verduras. No, no lo son. Sin embargo, ahora sabemos que no son tan malas a nivel nutricional como se las pinta en ocasiones: un nuevo estudio demuestra que ayudan a controlar la glucosa.
La investigación en cuestión es del año pasado y se puede consultar en la biblioteca del sistema de salud de Estados Unidos, el NIH. Por lo tanto, es una fuente fiable. Además, es un estudio realizado en una institución estadounidense, el Centro de Investigación Biomédica Pennington de la Universidad Estatal de Louisiana, y se ha publicado en un medio especializado que también es de prestigio, el Journal of Medicine Food.
La patata controla el nivel glucosa
Lo que han estudiado los investigadores es si las judías verdes y la patata son capaces de ofrecer una mejora en el control de la glucosa. Lo han hecho trabajando con 36 pacientes con resistencia a la insulina, todas ellas personas con una edad adulta, comprendida entre los 18 y los 60 años.
A los 36 voluntarios objeto del estudio se les asignó un patrón dietético basado en los dos alimentos protagonistas del estudio frente a un dieta de control. La conclusión es que tanto las patatas como las judías lograron un mejor control de la glucosa en la sangre que la dieta de control, siendo todavía mejor la rica en patata porque se detectó una mejora en el indice de resistencia a la insulina en este caso.
Además, señalan los investigadores norteamericanos que tanto la dieta rica en patata como la rica en judía ayudó a reducir peso corporal. Eso sí, sí ampliamos el foco, no podemos obviar que los beneficios de un vegetal como la judía verde a nivel nutricional son mayores que los de un tubérculo como la patata. No conviene olvidar este detalle. Tampoco es cuestión de hincharse solo a patata ni de volver a confundir patatas con verduras.
La versatilidad de las patatas en la dieta
Teniendo claro lo que acabamos de decir, que las patatas no son verduras, es indudable su valor para completar una dieta saludable. No tanto por sus beneficios nutricionales, ya que hay productos que aportan muchos más como las frutas y las verduras, pero sí por su versatilidad, su capacidad, como hemos visto, para ayudar a controlar detalles como el nivel de glucosa en sangre y también por su precio.
La patata se puede cocinar de mil y una maneras, y si evitamos la versión frita, generalmente la usamos para acompañarla de productos saludables. Puede ser la base de una ensalada en verano, de un guiso con pescado o marisco o bien el acompañamiento, junto a verduras, de un pescado al horno o un pollo asado.
Es decir, nos ayuda a controlar la saciedad, a comer menos, y mientras no sustituya a otros alimentos saludables, las patatas son una buena herramienta para dar forma a una dieta variada y equilibrada. Es cuestión de no abusar.
Hay que tener en cuenta, en base a las conclusiones de investigación protagonista en esta pieza, que las patatas son todavía más interesantes en dietas en las que sea necesario controlar el azúcar por motivos médicos.