Uno de los alimentos más consumidos en España es el arroz blanco en todas sus variantes. No hace tanto que apenas diferenciábamos del arroz redondo de las variedades para hacer paella, pero en cualquier supermercado se pueden encontrar ya el basmati, el arroz blanco arborio para hacer risotto y algunas otras variedades de este alimento básico en el campo de la nutrición.
Según datos de Statista, por ejemplo, en el 2021 consumimos de media en España cuatro kilos de arroz por persona. Las paellas y el arroz a la cubana son los platos estrella en los que se usa arroz blanco, pero también se utiliza a menudo como complemento de todo tipo de platos principales de carne o pescado a la plancha, por ejemplo, y come base de ensaladas.
Mucho menos habitual, casi residual, es el consumo del arroz integral, rico en fibra, que el arroz blanco, que es el ingrediente esencial en la nutrición de muchísimas personas que un estudio científico publicado en 2021 puso en duda.
El estudio en cuestión fue publicado en la revista British Medicin Journal (BMJ) y ha sido llevado a cabo por científicos de la universidad de Toronto (Canadá). Lo que dice en sus conclusiones la investigación es que el consumo de arroz blanco puede suponer un aumento en el riesgo de padecer diabetes tipo 2.
Los riesgos del arroz blanco
El motivo es que , como explica la dietista nutricionista María del Mar Silva en Medicina Responsable, “El arroz blanco, como todos los cereales blancos, elevan los niveles de glucosa y por esa razón se aconseja consumir cereales integrales que no lo elevan o lo hacen de forma más suave”. Esto ocurre porque en origen el grano de arroz es marrón, rico en fibra, pero se somete a un proceso de blanqueado que varía su composición ya que se le retira el salvado y el germen.
El consumo de arroz blanco en algunos casos, como por ejemplo, deportes de resistencia o en algunas patologías digestivas, sería más recomendable que la opción integral
El salvado, a su vez, es el ingrediente del arroz que ayuda a regular el índice glucémico, de ahí que se recomiende el consumo de arroz integral (del cereal integral en general) antes que el de arroz blanco. Así ocurre también con la pasta no integral, por ejemplo. Las integrales no afectan tanto como las variedades blancas a los índices de glucosa.De hecho, en otro estudio publicado en la misma revista científica, BMJ, se apunta que el consumo de arroz en grano entero; esto es, integral, reduce un 17% el riesgo de padecer patologías de índole cardiovascular, respiratoria, cáncer de colon y también diabetes.
Este impacto en el índice de glucosa es lo que lleva a los investigadores del metanálisis publicado en la revista BMJ a afirmar que “un mayor consumo de arroz blanco se asocia con un riesgo significativamente mayor de diabetes tipo 2".

No significa esto que haya que renunciar al consumo de arroz blanco, pero sí es conveniente tener en cuenta que un exceso del mismo puede tener consecuencias negativas en la salud, de ahí que sea aconsejable reducir su consumo y aumentar el de arroz integral.