En el mundo de la alimentación vegetariana, un alimento versátil y cargado de beneficios ha estado en el centro de atención: el tofu. Este producto derivado de la soja, a menudo llamado "queso de soja", ha ganado popularidad en las últimas décadas gracias a su capacidad para adaptarse a una amplia variedad de platos y su perfil nutricional.
En este artículo, exploraremos los beneficios del tofu y cómo puede ser un activo valioso en una dieta equilibrada. Desde su contenido de proteínas hasta su versatilidad en la cocina, descubriremos por qué el tofu ha conquistado el corazón de los amantes de la comida consciente y cómo puede enriquecer nuestras opciones alimenticias.
¿Qué es?
El tofu no es más que la cuajada de la leche de soja. Se hace con tres ingredientes: semillas de soja, agua y un coagulante. Su proceso de elaboración es complejo, aunque no deja de ser similar al de un queso convencional.

Tiene alto valor proteico
Es una importante fuente de proteínas. Cuenta con todos los aminoácidos esenciales y no esenciales. Es por ello que podría considerarse como el sustituto ideal de la carne, ya que cubre los requerimientos de proteína en personas que consumen poca cantidad de alimentos de origen animal o que siguen un patrón dietético vegetariano.
Además aporta calcio (300 mg por cada 100 g de tofu). También contiene vitaminas de los grupos B y E y minerales como hierro, fósforo y potasio.

Es pobre en grasas
Es un alimento bajo en grasas y energía, además de que apenas contiene hidratos de carbono.

Dos tipos muy distintos
Según el espesante usado y el proceso de fabricación, se obtienen tofus de diferentes texturas. Está el tradicional o de estilo chino: este es firme, se puede trocear y admite múltiples preparaciones, y otro conocido como silken, más cremoso, perfecto para incorporar a purés, smoothies e incluso hacer postres.
Si no has probado ninguno de ellos y quieres iniciarte, empieza degustando el de mayor consistencia.

¿Conviene incorporarlo a cualquier dieta?
Sí, porque es un alimento vegetal bajo lleno de nutrientes. Además es versátil desde el punto de vista culinario. Al tener un sabor neutro, es capaz de casar y absorber el sabor de cualquier ingrediente. Puedes añadirlo a ensaladas, servirlo con verduras o arroz, pasta o cuscús, incluirlo en sopas. Solo una advertencia: Escúrrelo bien antes de cocinarlo.

Resulta fácil de digerir
En comparación con otras proteínas de origen animal, tiene una mayor digestibilidad, por lo que puede ser un buen aliado para personas con un estómago delicado. Además, contiene poca lactosa, elemento principal en la elaboración del tofu, se recomendaba durante la menopausia porque contiene isoflavonas (compuestos de estructura similar a los estrógenos), pero lo cierto es que su consumo es controvertido y, en concreto, el tofu no presenta una cantidad elevada de estas sustancias. Tampoco es cierto que aporte fibra (la pierde en la elaboración) y no contiene fermentos lácticos.

Ojo con los falsos mitos
Recordemos que la soja, elemento principal en la elaboración del tofu, se recomendaba durante la menopausia porque contiene isoflavonas (compuestos de estructura similar a los estrógenos), pero lo cierto es que su consumo es controvertido y, en concreto, el tofu no presenta una cantidad elevada de estas sustancias. Tampoco es cierto que aporte fibra (la pierde en la elaboración) y no contiene fermentos lácticos.
