A bote pronto seguro que dirás que es un queso, pero no. En realidad es el suero que sobra tras fabricar queso que se trata a una temperatura de 90ºC y con bacterias lácticas y se obtiene un producto lácteo muy equilibrado y sano. ¿Cómo se obtiene? Este derivado se calienta hasta obtener una masa blanca de consistencia similar a unas migas de pan. Para su elaboración se suele usar leche de vaca, cabra o de oveja.
¿Cómo consumirlo? Se puede tomar solo, como si fuera una cuajada, con frutos secos o miel, y en cualquier momento. En el desayuno puede untarse en las tostadas y acompañarse de mermelada.
También puede ser un postre. Pon una capa en el fondo de un vaso, después distribuye unas frutas cortadas (melocotón, si te van los sabores dulces) o fresas (si tu paladar disfrutas con los roques ácidos) y adorna con algún topping. ¿Necesitas sugerencias? unas gotas de chocolate, dulce de leche, una cuchara de compota de frutas casera o unas gotas de sirope.
Asimismo es un snack supersaludable y puede sustituir al ingrediente más calóricos de una receta como la nata o los quesos cremosos. Hazle partícipe de tus preparaciones dulces (hojaldre de requesón y membrillo) y saladas. Con él se puede espolvorear cualquier crema de verduras, el contraste de color, no pasará desapercibido o sustituir a un ingrediente energético como el queso que se usa en rellenos o en cualquier bocadillo. Sus aplicaciones culinarias son casi infinitas y queda belicoso incorporado a platos de pasta.
¿Es lo mismo que el riccota italiano?
Ambos son blandos, de color blanco, y pueden usarse indistintamente en las recetas, aunque el requesón suele estar ligeramente más aguado y el ricotta tiene un sabor ligeramente más dulce. En cuanto al que procede de Italia, el ricotta se elabora con el suero restante de quesos como el mozzarella y el provolone. Descubre sus cualidades nutricionales.
Es fácil de digerir
Gracias a que es un alimento bajo en grasa (de 4 a 7 g/ 100 g ) que no suele producir malestar digestivo. Por eso, es recomendable que lo tomen los que tienen el estómago delicado.

Aporta calcio
El requesón aporta 591 mg de calcio por cada 100 g, un mineral esencial para cuidar la salud ósea. ¿Cómo favorecer su absorción? Acompaña el requesón con unas gotas de miel.

Apto para intolerantes leves
Como el yogur natural, es un alimento recomendado para las personas con bajo grado de intolerancia a la lactosa. Esto se debe a que están fermentados (algo que no pasa con la leche), un proceso que rompe la lactosa y consigue reducirla.

Hidrata
Un 80% de su composición es agua. Una excelente fuente de líquidos.

Preserva el músculo
Este lácteo por su aporte en potasio contribuye al desarrollo y mantenimiento del sistema neuromuscular.

Mantiene el esqueleto
Este suero de leche cuajado, como otros lácteos, aporta calcio, un mineral esencial para mantener la densidad ósea. Inclúyelo en la dieta, junto al queso y al yogur, y podrás cubrir la dosis diaria o alcanzar el requerimiento en embarazo o menopausia.

Cuida el cerebro
Su aporte en fósforo (329 mg/100 g) es cinco veces superior al de la leche. Este mineral favorece un correcto funcionamiento cerebral.

Muy rico en proteínas
Es cuatro veces más rico en proteínas que la leche. Eso hace que sea un alimento saciante (controla el apetito entre horas), que activa el metabolismo.

Aligera los postres
El requesón puede ser un sustituto ideal de quesos cremosos y natas sin que afecte a la textura ni al valor nutritivo.

Es bueno para las neuronas
Aporta minerales (fósforo, magnesio) y vitaminas del grupo B que cuidan el impulso cerebral y el tejido nervioso.

Ideal para una alimentación saludable
El requesón es un tipo de alimento que aporta proteínas de calidad y de fácil digestión y otras vitaminas y minerales.

Cuida la salud hepática
Aporta vitaminas (B12, B1 y B2) que contribuyen al correcto funcionamiento del hígado. Estas son esenciales en caso de insuficiencia, consumo exagerado de alcohol o si se sigue una medicación que sea excretada por este órgano depurativo.

Ayuda a la visión
Por su aporte vitamínico. En concreto destaca como fuente de vitamina A (100 mg, cada 100 g) que cuida la salud ocular y, en concreto, evita la degeneración macular.

Es saciante
Es rico en proteínas, lo que le hace un alimento interesante que ayuda a mantenernos saciados durante más tiempo.
