Nos despedimos del verano y llega el otoño, y con él, uno de los mejores alimentos naturales que aparecen en esta época del año: las moras. Es en los meses de septiembre y octubre cuando estas frutas silvestres (y también los arándanos o las frambuesas) alcanzan su punto álgido de maduración, adquiriendo así el sabor dulce con matices ácidos y el color oscuro brillante que las caracteriza. Es estas fechas cuando estas frutas están, por ello, listas para ser recolectadas y consumidas.
Las moras se encuentran en los bosques de muchas regiones, en zarzas situadas a lo largo de caminos y senderos. De hecho, también se conoce a este exquisito alimento bajo el nombre de zarzamora o como frambuesa negra. Estos frutos son bajos en calorías y muy ricos en vitaminas y en taninos, antocianina y pterostillbene, unos compuestos con numerosas propiedades antioxidantes que refuerzan las defensas y protegen de enfermedades. Es por ello por lo que el consumo de moras también puede ayudar a mantener a nuestro organismo protegido de los radicales libres que favorecen el envejecimiento prematuro de las células, y a mantenernos más jóvenes durante más tiempo.
Las moras han formado parte de la dieta humana desde hace miles de años, y han sido consideradas como alimentos medicinales en muchos momentos de la historia. Esta deliciosa fruta es muy agradecida y puede consumirse de muchas formas: sola, con yogur, con leche, con nata, con cereales, con muesli, etc y también se puede utilizar para elaborar sabrosas mermeladas caseras, compotas, confituras, gelatinas, cremas y deliciosos postres -mousses, bizcochos, tartas... Las moras y otras frutas del bosque también se utilizan mucho como contraste en recetas saladas, y su dulzor combina muy bien para acompañar a algunas carnes, como las de cerdo o cordero.
Las moras, son, en definitiva, unas frutas silvestres deliciosas y con numerosas propiedades que las convierten en un perfecto aliado de la salud y en todo un regalo de la naturaleza. Estas son todas las razones por las que deberías incorporarlas a tu dieta este otoño y todo lo que pueden hacer por ti. ¡Toma nota!
Excelentes antioxidantes
Las moras son unas de las frutas que más antioxidantes aportan a nuestro organismo, al ser ricas en compuestos naturales como las antocianinas (flavonoides) y carotenoides. Estos antioxidantes ayudan a prevenir el envejecimiento prematuro de las células.
Fortalecen el sistema inmune
Las moras tienen un alto contenido en vitamina C, que ayuda a proteger el sistema inmune y a reforzar las defensas del organismo. Por ello, pueden contribuir a que suframos menos enfermedades, como la gripe o los resfriados.
Regulan el metabolismo
Al aportar nutrientes como la vitamina K y vitamina B6, las moras también ayudan a mejorar los procesos digestivos y aceleran y regulan el metabolismo. Sus propiedades favorecen la descomposición de los alimentos más difíciles de digerir, como las grasas.
Aliadas para los dientes y encías
Las moras pueden ayudar a prevenir problemas de salud bucal, como la halitosis, la placa y la inflamación de encías. Así mismo, el efecto de la vitamina C sobre las bacterias que se encuentran en la boca puede favorecer el fortalecimiento de los dientes.
Bajas en calorías
100 gramos de moras (un puñadito pequeño) apenas aportan 40 calorías y un escaso gramo de grasa. Estas bayas tienen, a su vez, un efecto diurético que reduce la retención de líquidos, por lo que son muy recomendables cuando se quiere perder algo de peso.
Buenas para la piel
Más del 85 % de la composición de las moras es agua, lo que hace que sean unos alimentos con grandes propiedades hidratantes. Esto, junto con el aporte en vitamina C, hace que estas frutas sean perfectas para hidratar y mantener la piel con un aspecto joven. De hecho, las moras forman parte de muchas mascarillas faciales.
Podrían prevenir el cáncer
Las moras son ricas en resveratrol, un potente compuesto que también se encuentra en las uvas y en el vino y que muchos estudios relacionan directamente con una menor indicendia de cáncer. El poder de las moras para reducir las posibilidades de desarrollar cáncer también podría ir asociado a sus propiedades antioxidantes.
Mejoran la salud cardiovascular
Las moras son muy recomendables para personas con problemas circulatorios, ya que mejoran la salud cardiovascular. Un consumo regular de estos frutos puede regular los niveles de colesterol alto y aumentar la oxigenación de la sangre y la producción de glóbulos rojos, debido a la cantidad de hierro que poseen.
Ricas en fibra
100 gramos de moras aportan 9 gramos de fibra, una cantidad significativa que puede ayudar a regular nuestro tránsito intestinal. Cuando están bien maduras, las moras son astringentes y pueden consumirse para combatir el estreñimiento.
Reducen la irritación e inflamación
Las moras tienen una importante acción antiinflamatoria, por lo que están recomendadas para aquellas personas que padecen dolores musculares o enfermedades como la artritits o la gota. También pueden contribuir a que los hematomas por traumas directos se curen más rápido.