El café es uno de los alimentos que más polariza a la gente: o lo amas o lo detestas, no hay término medio. Pero, sin duda, para muchos es una de las bebidas preferidas para comenzar el día y una de las más consumidas en España. Es sinónimo de desayuno, media mañana, sobremesa o merienda. Lo que pocos saben es que puede ayudarnos a perder peso; una noticia que hará muy feliz a los amantes del café.
Si nos centramos en el compuesto predominante del café, sabemos que la cafeína en altas dosis puede tener efectos adversos para la salud, alterando el patrón del sueño, aumentando la irritabilidad, ansiedad, e incluso, pudiendo producir taquicardias. Sin embargo, también se ha demostrado que tiene una gran utilidad para mejorar el rendimiento físico y estimular las capacidades cognitivas.
Con el consumo de cafeína, tendrás más ganas de hacer actividades físicas, ya que estimula los niveles de adrenalina y dopamina. Es más, si consumes cafeína antes de hacer ejercicio predispones a las células a coger la energía que necesitan de la grasa de tu cuerpo. Además, a nivel cognitivo, mejorará los niveles de memoria, velocidad de reacción y fatiga mental.
Las investigaciones muestran que tiene otros beneficios que permiten que nuestro cuerpo procese mejor la glucosa y disminuya el riesgo de problemas de salud como el cáncer de colón, el Alzheimer o una insuficiencia cardíaca.
Una taza de café al día puede ayudar a nuestro metabolismo a trabajar más rápido, despertando los sentidos y favoreciendo la quema de grasa. Sin embargo, no todas las tazas de café son igual de efectivas. Por lo general, una taza de café solo no tiene muchas calorías, pero si empezamos a añadirle azúcar, nata o siropes la cosa cambia.
Algo que también hay que tener en cuenta es el tipo de café que consumimos. Debes saber que el café torrefacto se tuesta con azúcar y su sabor suele ser bastante potente por lo que, además del azúcar que ya lleva en su preparación, necesitarás agregar más cantidad de endulzante a tu taza para que te sepa más suave. El de tueste natural, por el contrario, no lleva ningún extra en su tostado y además es más suave. Supone un ahorro de azúcar para tu organismo considerable.
No te pierdas estos consejos para que tomar un café sea además de un placer una ayuda para adelgazar.
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Resístete a tomar café a primera hora de la mañana
¿Sientes que necesitas una taza de café nada más levantarte? Si es así intenta resistirte. Hacer una pausa para comer algo antes del café puede ayudarte a controlar la sensación de hambre para el resto del día, evitando que puedas comer en exceso más tarde."Muchas veces veo clientes que beben café inmediatamente por la mañana", dice la nutricionista Kasey Hageman. "Me gusta animar a mis clientes a comer algo primero y luego disfrutar de su café. Eso es porque el café puede reducir la sensación de hambre, lo que puede llevar a saltarse comidas".
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No le eches azúcar al café o lo menos posible
Según la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA), las mujeres no deben consumir más de 25 gramos de azúcar al día, mientras que los hombres no deben consumir más de 36 gramos día. Consumir más de la cantidad recomendada (y con frecuencia) podría provocar un amento de peso, e incluso, riesgos elevados para la salud del corazón.Antes de tomarte una taza de café, sobre todo en alguna cafetería, asegúrate de verificar cuántos gramos de azúcar tiene la preparación, para no pasarte. Algunas formas sencillas de agregar sabor sin calorías adicionales pueden ser la vainilla, canela o nuez moscada.
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Cambia la crema por una opción más ligera
Las cremas para café contienen un alto contenido de grasas saturadas. Esto puede aumentar tu peso, el colesterol LDL (malo), aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. La leche entera o las leches vegetales pueden ser un gran sustituto para endulzar tus tazas de café con cierto control.
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No dependas de edulcorantes artificiales
Aunque no contienen calorías, puede que no sea útil depender de edulcorantes artificiales para alcanzar tus objetivos de pérdida de peso. Aunque quizás sea una buena opción en ciertos momentos, no dejan de ser un alimento procesado. Lo que hay que tratar es de acostumbrar al paladar a los sabores reales de los alimentos. Ve poco a poco reduciendo la cantidad de azúcar que le pones al café hasta no necesitar ni un gramo de azúcar para que te sepa rico.
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Disfruta de los edulcorantes naturales con moderación
Ciertos edulcorantes se consideran opciones más ‘naturales’ y pueden proporcionarnos algunos nutrientes más que el conocido azúcar de mesa. Por ejemplo, la miel cruda o el jarabe de arce puro pueden proporcionarnos antioxidantes y compuestos prebióticos que nutren las bacterias intestinales saludables, además de ofrecernos algo de vitamina E, C y minerales.Aun así, se sigue considerando un azúcar agregado que incrementa las calorías de nuestras dietas. ¡Ojo! Consume estos productos con moderación.
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Dale sabor al borde de tu taza
Agregar un toque de sabor al borde de tu taza de café, como frotar una cáscara de naranja, puede aportar un sabor delicioso sin añadir azúcares. Sabemos que puede sonar extraño al principio, pero la mezcla de cítricos y café se convertirá en un estimulante que te enamorará.
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Aromatiza tus granos de café
Para darle sabor al café, puedes usar extractos naturales como vainilla, en lugar de azúcar. Por eso, los granos de café aromatizados pueden ser un gran giro para cambiar el sabor del café. Intenta condimentar, alternativamente, los granos en casa.
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Piensa en los complementos del café
Al tomar café, hay muchas personas que mojan galletas en él o lo acompañan de unas tentadoras tostadas con mantequilla y mermelada. A veces está bien, pero si lo haces con regularidad, puedes entorpecer todos tus objetivos de pérdida de peso. La opción más saludable para acompañar tu momento ‘café’ es con fruta fresca, un puñadito de frutos secos, un porridge...
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Planifica tu pedido de café
Disfrutar de un delicioso café en nuestra cafetería favorita suena a plan perfecto. Puede ser tentador pedir un tamaño grande o una bebida más elaborada con crema batida o cualquier otro tipo de aderezo. Si es así, tómatelo como un postre ocasional después de una comida y no como una bebida habitual para llevar.Debes tener en cuenta que es posible realizar algunos ajustes en tu pedido para ayudar a mantener ese momento, mientras cumplimos nuestros objetivos de pérdida de peso.
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Intenta tomar café solo
Si no te gusta el café solo porque te parece demasiado amargo, al principio puedes rechazarlo inmediatamente, pero debes saber que es una gran opción si estás tratando de perder peso. Es una manera segura de reducir todo tipo de azúcares, ya sea por la leche o esas cremas tentadoras.Te aconsejamos que día a día vayas poniendo menos leche o condimentos en tu bebida, así no notarás una diferencia tan drástica y tus papilas gustativas se irán acostumbrando poco a poco.