¿Es malo cenar melón?
Dice el dicho que el melón "por la mañana oro, por la tarde plata y por la noche mata". ¿Es eso cierto o es solo un mito?
El refranero español encierra mucha sabiduría y verdades como templos, pero a veces, también se equivoca. Cenar melón, o tomarlo por la noche, no mata.
Se ha dicho que el melón fermenta muy rápidamente en el estómago y esto puede provocar molestias digestivas, sin embargo, la nutricionista Paula Fernández, de la clínica Nutrium, se muestra rotunda rotunda: "en absoluto es malo comer melón por la noche; se trata de un mito que no tiene sentido, puesto que nuestro estomago está más que capacitado para digerir esta fruta, como cualquier otra".
También se ha dicho, explica, que por la cantidad de agua que posee esta fruta, el ácido del estómago podría diluirse, pero la nutricionista explica por qué tampoco es cierto: los alimentos no afectan a la acidez o alcalinidad de nuestros órganos. Por su alto contenido en agua, dice, "el único inconveniente que podemos encontrar a este consumo es que rompamos nuestro ritmo de sueño debido a una mayor micción".
Otros mitos con respecto a la cena
- No cenes, que así adelgazas. Al hacer la digestión, el cuerpo quema calorías. Si te saltas una comida, lo que hace es disminuir el gasto calórico y almacenar reservas (porque tu organismo quiere lo contrario que tu: que tengas calorías de sobra para sobrevivir y funcionar). Además, en las dietas, siempre depende más de qué y cómo comes, que cuándo o cuánto.
- No cenes hidratos de carbono, que engordan. Como dice el nutricionista Aitor Sánchez, ¿a qué llamamos hidratos de carbono? Porque las frutas y los cereales, también los tienen. Lo que engorda son los azúcares y harinas refinadas, la bollería y los productos procesados. En realidad, no hay una opinión unánime, y otros estudios dicen que incluso es mejor tomarlos por la noche. En resumen: cuida lo que tomas y no cuándo lo tomas. Por ejemplo, el arroz integral, una patata al horno o el cuscús pueden ser acompañamientos perfectos para la cena (aunque siempre lo ideal es acompañarlo también con verduras). Si por el día no has hecho nada de ejercicio, mejor no atiborrarte a pasta, pero si ya has hecho deporte… Puedes cenarla y no pasa nada. Eso sí, ¡cuidado con las salsas!
- Cenar solo fruta o verdura ¡que es muy sana! La fruta es sanísima y además, a menudo no llegamos a esas cinco raciones de fruta o verdura que todos los nutricionistas recomiendan. Sin embargo, cenar solo fruta o verdura sería igualmente poco recomendable. Según Sánchez, hay que intentar introducir siempre en la cena una fuente de proteína en cualquiera de sus formas: carne, pescado, huevos o legumbres (vale, una fabada es demasiado, pero puedes optar por las ensaladas frías de legumbres o el hummus) y una de grasas saludables (algún fruto seco, aceite de oliva virgen extra…).
- Cenar y acostarse en seguida, engorda más. ¡Y dale con engordar! Si hay que espaciar el tiempo entre cenar y acostarnos, es para hacer mejor la digestión. Con una hora y media o dos horas, más que suficiente. Es el mismo motivo por el que se dice que no es bueno comer lechuga por la noche o setas; pueden ser más indigestas para algunas personas, pero malo o peligroso, como tal, no es.