Llevar una alimentación adecuada es la mejor manera a reforzar nuestro sistema inmunológico, que nos protege de bacterias, virus y otros microorganismos que atacan a nuestro cuerpo.
La evidencia científica es clara: una correcta nutrición y mantener una microbiota equilibrada (sí, las bacterias intestinales juegan un papel muy importante en todo lo que tiene que ver con las defensas) y saludable es básico para tener el sistema inmune en buen estado. Esto hará que nuestro cuerpo esté mucho más preparado para defenderse frente a los elementos patógenos que nos puedan atacar, como son los virus o bacterias.
Esto no quiere decir que incluir estos alimentos nos proteja frente a infecciones, pero en caso de que se produzca el cuerpo estará muy bien preparado para afrontarla y luchar contra esos patógenos. De hecho, hay diferentes investigaciones que relacionan directamente una dieta pobre en nutrientes con un incremento de posibilidades de sufrir infecciones.
Te damos algunos consejos nutricionales para reforzar las defensas y que estemos lo más preparados posible frente a virus y bacterias.
¿Grasas? Sí, pero depende cuál.
Está comprobado que las dietas ricas en grasa reducen la respuesta inmunológica, aumentando el riesgo de infecciones. No obstante, no es solo una cuestión de cantidad, si no de la calidad de las grasas que consumimos.
Conviene incluir en nuestra dieta fuentes de grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas como pescados, frutos secos, aceite de oliva, aceite de girasol, y aguacate, que contribuyen a un mejor perfil de lípidos sanguíneos, además de que aportan vitaminas liposolubles como Vitamina E, A y algunas del complejo B.
Cuánta más variedad alimentaria, mejor.
Nuestra dieta ha de incluir siempre una gran variedad de alimentos que ayuden a mantener un aporte adecuado de vitaminas.
La vitamina A representa un papel esencial en el combate de las infecciones y en el mantenimiento de la integridad de la superficie de las mucosas (barreras naturales contra las infecciones). Puedes encontrarla en el hígado, los huevos, los lácteos y en verduras como la espinaca, la zanahoria y la calabaza, entre otras. O bien también puedes consumir alimentos ricos en betacarotenos, precursores de esta vitamina, que se encuentran presentes en verduras y frutas de color verde, rojo, amarillo o anaranjado.
Consume frutas ricas en vitamina C como: naranja, mandarina, fresa, kiwi y guayaba.
Las vitaminas del complejo B, también son muy importantes para reforzar el sistema inmune. Las encuentras en alimentos como: granos enteros, leguminosas, verduras de hojas verdes, lácteos, pescado, huevo y carnes.
El zinc se encuentra en carne, pescados, huevo, vísceras, granos enteros y verduras como espinaca y brócoli. El selenio es un potente antioxidante que puede reforzar las defensas, lo puedes obtener de la carne, pescados, mariscos, cereales, huevos, frutas y verduras.
Otras actividades que ayudarán a mantener el sistema inmunológico en perfectas condiciones son: mantener una buena hidratación, pasear e intentar realizar actividades que permitan pasar tiempo al aire libre, realizar 30 minutos de actividad física al día, ya sea con la práctica de un deporte, andar en bicicleta, patinar, correr…
Con todos estos consejos conseguirás reforzar el sistema inmunitario y tener tu cuerpo preparado de la mejor forma posible para luchar contra una posible infección a causa de un virus o una bacteria.