Meryl Streep ha alzado la voz en la ONU para poner el foco sobre el infierno que viven las mujeres en Afganistán: “Hoy, en Kabul, una gata tiene más libertad que una mujer”. Esta frase, que ilustra la opresión que enfrentan las mujeres bajo el régimen talibán, fue pronunciada en un momento crucial para visibilizar el sufrimiento femenino en el país. “Una gata puede sentarse en la entrada de su casa y sentir el sol en su cara, puede perseguir a una ardilla en el parque”, subrayó, enfatizando el contraste entre la vida de estos animales y la situación de las mujeres afganas.
Las declaraciones del senador JD Vance, quien ha sido criticado por sus comentarios despectivos hacia las mujeres, han transformado a los gatos, y en especial a las gatas, en símbolos del feminismo en este contexto. Vance, al referirse a las mujeres demócratas como “señoras gatas sin hijos”, intentó, de manera errónea, asociar la falta de descendencia con la degradación social, un estigma que no solo es falso, sino que refleja una visión retrógrada de la feminidad.
La opresión que sufren las mujeres en Afganistan

La situación en Afganistán se ha deteriorado drásticamente desde que los talibanes tomaron el poder en agosto de 2021. A pesar de las promesas de respetar los avances en los derechos de las mujeres, han impuesto un conjunto de leyes opresivas. Entre estas se encuentra la prohibición a las mujeres de recitar el Corán en público, mirar a hombres ajenos a su familia, o salir a la calle sin el rostro cubierto. Los talibanes argumentan que estas normas son para la protección de las mujeres, mientras que en realidad están limitando su libertad de manera alarmante.
En agosto, Afganistán aprobó una ley bajo el título "Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio" que obligaba al uso del velo para cubrir el rostro y cuerpo de las mujeres. El objetivo, según argumentaban, era evitar que pudieran "causar tentación", Asimismo, condenaba el sonido en público de la voz femenina, incluyendo cantar, recitar, o hablar frente a micrófonos, como una falta contra la modestia, implementando la interpretación más rigurosa de la ley islámica.

La comunidad internacional ha expresado su preocupación por el retroceso en los derechos de las mujeres en Afganistán. Meryl Streep, presente en el acto de la ONU, afirmó que “una ardilla tiene más derechos que las niñas afganas”, al señalar que los parques públicos están cerrados para las mujeres, mientras que los hombres pueden acceder libremente. Su llamado a la acción fue claro: “Si la comunidad internacional actúa de manera unida, podemos provocar cambios en Afganistán y detener la asfixia lenta de la mitad de la población”.
António Guterres, secretario general de la ONU, subrayó que Afganistán nunca podrá ocupar el lugar que le corresponde en la comunidad global sin la educación y el trabajo de las mujeres. En respuesta, los talibanes negaron estas acusaciones, afirmando: “Respetamos a las mujeres y nunca las compararíamos a un gato”.