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¿Por qué es tan difícil encontrar huevos de dos yemas?

Se trata de un fenómeno poco común, aunque no es raro verlo en alguna ocasión. Te contamos por qué se produce.

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Seguro que en alguna ocasión te has encontrado un huevo con dos yemas. Aunque se trata de un fenómeno poco común, no es raro que suceda. De hecho, se estima que 1 de cada mil huevos presentan doble yema. ¿Por qué sucede esto? ¿Es un problema a la hora de consumirlo? Te contamos todo lo que tienes que saber al respecto.

Para entender por qué se producen este tipo de huevos, hay que conocer primero cómo es el proceso de formación de un huevo. La yema es lo primero que se forma y lo hace a partir de los nutrientes ingeridos por las gallinas. Estos permiten que, en una semana aproximadamente, pequeños folículos del ovario crezcan hasta alcanzar la forma de una yema totalmente desarrollada. Una vez que han alcanzado los 25 milímetros, cada yema se desplaza por el oviducto (el canal que conecta el ovario con el útero), y en este proceso, que puede durar un día, el gallo puede fecundar a la gallina para que nazca un polluelo. En el oviducto se forma la clara (la fibra que rodea la yema). Una vez que la parte interior del huevo está formada, entra en el útero, donde se forma la cáscara.

¿Por qué algunos huevos tienen dos yemas?

Los huevos con doble yema son el resultado de dos ovulaciones simultáneas. Es decir, cuando el ovario de la gallina expulsa dos yemas a la vez. Cuando esto sucede, ambas siguen el mismo camino anteriormente mencionado hasta que se encapsulan en la misma cáscara. También puede suceder porque una yema se haya quedado atascada en el oviducto y que cuando baja la siguiente la lleva consigo. Este fenómeno es hereditario y suele estar relacionado con desajustes hormonales asociados a la edad de las gallinas, siendo más frecuente en aquellas muy jóvenes o bien gallinas muy viejas que ya se encuentran hacia el final de su ciclo reproductivo. También hay algunas razas híbridas en la India, por ejemplo, que los producen.

Cada vez se ven menos huevos con doble yema. Estos huevos son aptos para el consumo humano, sin embargo, para los productores sí son un problema. Cuando los encuentran (los 'miran' por dentro con un ovoscopio), los productores avícolas optan por descartarlos al considerarlos anómalos. Los huevos de doble yema suelen pesar más de lo habitual, por lo que se distinguen perfectamente en los procesos de selección. Además, la cáscara de estos huevos suele ser más frágil, lo que podría complicar la puesta de las gallinas. En ciertos países, ya se comercializan por separado.

Si te encuentras con un huevo de dos yemas, no te preocupes y consúmelo sin problemas pues no supone ningún riesgo para la salud. De hecho, estos huevos contienen niveles más altos de colina y vitamina A, nutrientes esenciales. Tampoco hay que olvidar su alto aporte de vitaminas D, E y B12, además de tiamina, riboflavina, niacina, ácido pantoténico, piridoxina, folato, biotina, calcio, hierro, zinc, magnesio, fósforo, potasio, selenio y sodio. Y, por si fuera poco, ¡estos tienen sabor extra!

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