Si buscas una idea original para acompañar tus platos de pescados y mariscos estás en el lugar adecuado, hoy te presentamos una receta de una salsa deliciosa hecha a base de aceite, guindilla y ajo de la mano del Karlos Arguiñano. Sin duda, es una opción ideal para acompañar merluzas, bacalaos, rapes, etc. e incluso mariscos. Veamos cómo preparar esta delicia.

Esta salsa es una de las más simples: sólo necesitas aceite de oliva virgen extra, 2 o 3 dientes de ajo, guindilla, perejil picado fresco y cualquier marisco o pescado.
En una sartén pones a calentar bastante aceite de oliva y doraremos los dientes de ajo en láminas y dos trocitos de guindilla durante unos minutos. Cuando esté hecho el pescado lo retiramos y vamos a seguir trabajando la salsa. Cuando la sartén esté templada, vamos a mover la sartén suavemente, en vaivén. Así se ligará la salsa que podrás echar encima del pescado una vez emplatado.
Consejos a tener en cuenta
Si queremos darle un toque picante a nuestra salsa pil pil además de añadirle una guindilla Cayena o de Ibarra, puedes incorporar una cucharadita de pimentón dulce.

Por su parte, añade perejil picado y conseguirás que la salsa tenga un sabor más fresco e intenso.
Acuérdate que para conseguir un buen resultado y si queremos preparar bacalao al pil pil, el bacalao tiene que estar bien desalado.
Con el fin de que la salsa emulsione y ligue mejor, recuerda que el aceite no tiene que estar excesivamente caliente. Tampoco tiene que estar muy frío, ya que se podría montar.
Para acelerar el proceso y preparar la salsa pil pil de una forma más rápida, puedes cocinar los filetes de pescado hacia abajo, para que la piel del pescado suelte antes la gelatina. Luego ya volveremos a darles la vuelta para que se cocinen de la forma correcta.
Recuerda tener cerca un buen trozo de pan casero, para poder untar y disfrutar del exquisito sabor de esta salsa pil pil. Suele servirse en una cazuela de barro, lo que lo otorga un aspecto más apetecible.
A la hora de preparar esta salsa pil pil es interesante contar con un colador, para que se vaya montando poco a poco. Vertemos el aceite con la gelatina que posee el pescado, consiguiendo que emulsione de una forma más sencilla.
La salsa pil pil se puede conservar perfectamente en la nevera o frigorífico, sin problema. La congelas y cuando la quieras emplear, la descongelas. Así de simple.

En el caso de que la salsa pil pil se haya cortado (el aceite y la gelatina se hayan separado), introducimos la gelatina en una cazuela, ponemos el fuego suave y añadimos aceite de oliva poco a poco mientras removemos.
El nombre de esta salsa, pil pil, tiene su origen en el ruido que hacen las burbujas del agua que se desprende del pescado al cocinarse junto al aceite, cuando burbujea.