Da rabia comprar patatas en mallas grandes porque a poco que tardemos en cocinarlas asomarán esos desagradables brotes a la vista y al tacto, pero hay un truco muy sencillo con el que puedes retrasar el proceso de la germinación de las patatas de manera natural. Te lo contamos.
Habrás comprobado, si haces memoria, que los brotes salen en las patatas mucho más rápido que antes. Esto se debe a que hace ya bastante tiempo que se prohibió el uso de clorprofam en la industria alimentaria. Se trata de una sustancia que se usaba con las patatas en forma de polvos que se echaban por encima para evitar su germinación o retrasarla lo máximo posible.
La germinación, al menos durante el inicio del proceso, no significa que las patatas se hayan puesto malas. Se pueden eliminar de las patatas con brotes y comerlas una vez cocinadas. Pero, además de lo desagradable que resulta al tacto y a la vista, hay alguna consecuencia más.
Por ejemplo, tal y como advierte el tecnólogo de alimentos Miguel Ángel Lurueña, “cuando las patatas germinan, el almidón comienza a romperse en los azúcares que lo componen, así que las patatas adquieren sabor dulce”. Además, añade el experto, “si vamos a freírlas o a hornearlas, esa mayor cantidad de azúcares favorece las reacciones de Maillard: las patatas se ponen oscuras durante el cocinado y se forma más cantidad de acrilamida, un compuesto potencialmente tóxico”. También la OCU advierte sobre las patatas con brotes.
En definitiva, no es recomendable dejar mucho tiempo las patatas en la cocina o despensa de casa sin cocinar. Evitar los brotes es clave para que conserven su mejor sabor.

Consejos generales para conservar las patatas
Para ello, hay recomendaciones generales eficaces, como el hecho de no conservarlas junto a otros alimentos (aquí te explicamos por qué no debes guardar las patatas y cebollas juntas), y como guardarlas siempre en un lugar fresco, ventilado y oscuro, donde respiren. Nada de meterlas en botes sin aberturas.
De otro modo, si no impedimos el calor ni que les llegue la luz natural, estaremos acelerando el proceso de germinación. Y si no se ventilan en condiciones, las patatas directamente se echarán a perder. Además, también es aconsejable evitar entornos húmedos, porque se pudren antes, de manera que el lugar elegido para conservarlas debe ser seco.
De hecho, la falta de ventilación tiende a acumular humedad, por lo que ambas cuestiones están relacionadas. Y por el mismo motivo, evitar la humedad, no debemos lavarlas antes de almacenarlas.

El truco para retrasar la germinación
Dicho todo lo anterior, y aunque puedas conservar en mejor estado durante más tiempo las patatas si sigues todos esos consejos que hemos compartido contigo, el proceso de germinación no se detiene. Y sin el citado producto químico que lo retrasaba, los brotes tardan poco en aparecer.
Es aquí donde entra en juego el truco protagonista de esta pieza, una idea 100% natural, muy sencilla de aplicar, que ayuda a retrasar la germinación de las patatas sin recurrir a productos no permitidos.
El truco consiste en hacer una excepción a la norma general de no colocar otros productos con las patatas para poner una manzana en el cubo de las patatas. Basta con poner una de estas frutas en el mismo espacio para que los brotes salgan más tarde en las patatas.
Esto es así porque la manzana desprende durante su maduración gas etileno, que es el responsable de retrasar y ralentizar el proceso de germinación de las patatas.
Este gas no es peligroso cuando es desprendido, en cantidades tan pequeñas además, por las manzanas de forma natural, así que ya sabes cómo mantener en mejor estado tus patatas durante más tiempo de forma sencilla y natural, sin riesgo alguno.