Si te hablamos de una carne jugosa, tierna, de esas que casi se deshacen en tu boca... ¿No estás salivando ya? Si te pirran las recetas con las características nombradas anteriormente, puede que lo tuyo con el pulled beef sea amor verdadero. Ya hemos hablado en otras ocasiones del pulled pork, y es que estas recetas presentar algunos rasgos comunes (aunque el resultado es igualmente irresistible en ambos casos).
El proceso de cocción en ambos casos es el mismo y necesita cocinarse durante casi 6 horas, pero el resultado vale la pena (y la alegría de comértelo después). Y ya adelantamos que para las fans del slow cooking puede convertirse en una receta muy top. Para prepararlo necesitarás babilla de ternera, aceite de oliva, caldo de pollo, ajo y cebolla. Y para darle ese toque especiado y super yummy: pimentón dulce y picante, laurel, cayena y mostaza de Dijon. Hay quienes añaden un poquito de vino o recrean la receta en versión barbacoa, pero como siempre en la cocina, todo depende de ti.
Lo mejor del pulled beef es que una vez hecho, podrás conservarlo sin problema en recipientes herméticos y es ideal para esas escapadas o días de mucho trabajo en los que tienes que tirar de tupper. es aconsejable guardarlo un máximo de 48 horas para que puedas disfrutarlo en un estado óptimo.
¿Quieres que te demos ideas para hacerlas en casa? No te preocupes, te mostramos las mejores recetas de pulled beef a las que te vas a hacer adicta.
En versión tapa
Para esos picoteos casual y desenfadados que tanto nos gustan. Sirve el pulled beef sobre unas tostas de baguette, salsa de champiñones y salsa agria. Corona esta tapa con cebollino picado y... ¡Tachán! Un aperitivo perfecto.
Con huevo y ensalada
El pulled beef también puede comerse 'solo' (no sirve únicamente como ingrediente de un sándwich). En este caso, lo han acompañado de huevo frito, sobre un lecho de rúcula. También puedes combinarlo con arroz y el resultado será excelente.
En burrito
Wrap it, baby! Los burritos son siempre una buena idea y triunfan entre pequeños y mayores. Hazte con tus tortillas favoritas, añade queso cheddar rallado (o tu queso de preferencia) y cebolla morada. Envuélvelo bien... ¡Y listo para chuparte los dedos! Acompaña de una ensalada de maíz o unas buenas fries.
A la cubana
Esta opción va a ser amor a primera vista para las amantes de los platos combinados. Prepara un arroz a la cubana como lo harías normalmente (con el arroz, el huevo y el plátano frito). Añade frijoles y una generosa cantidad de pulled beef y tendrás un plato supernutritivo y completo.
Burger con pulled beef y cebolla caramelizada
Comer con las manos es un sí en mayúsculas, y más si se trata de una hamburguesa de pulled beef, tomate seco, queso cheddar y cebolla caramelizada. Puedes elaborar tu burger solo con el pulled beef, o añadirlo como ingrediente extra a una hamburguesa de ternera, vacuno... ¡Échale imaginación y diseña tu propio plato!