Ni las prisas ni el sueño son excusa para dejar de cuidarse a primera hora del día. El desayuno es una comida más del día y afecta al cómputo total de calorías y nutrientes consumidos al igual que la merienda o la cena, por lo que hay que prestarle la misma atención. Para no aburrirte siempre con lo mismo y mantener la motivación arriba, atrévete con platos inusuales y échale imaginación mezclando texturas y sabores de alimentos como la manzana, los frutos secos, las semillas y la leche. Verás cómo puedes conseguir platos sorprendentes con muy poco trabajo e ingredientes asequibles. Toma nota de estas siete propuestas de desayuno con los que sorprender al paladar y al estómago rompiendo el ayuno de la primera comida del día.
La experta en nutrición Sandra Moñino desmiente que el desayuno sea la clave para nuestra alimentación, aunque la realidad es que la primera comida con la que rompemos el ayuno debe ser igual de variada y completa que el resto de comidas. Por ello, hay que tratar de eliminar productos con demasiados azúcares y proponer platos más sanos. Aquí tienes siete propuestas diferentes.
Siete desayunos completos bajos en calorías
Aquí tienes unas cuantas ideas con las que empezar tu mañana con buen sabor sin sentirte mal por saltarte ninguna dieta. Muchos de estas elaboraciones son dulces, pero también hay hueco para las saladas. Además, cada una de ellas, no suma más de 450 calorías, perfectas para compaginar en la dieta.
Muesli, uvas y frutos secos

En un bol, añade un puñado de copos de avena, trigo, maíz, granos de mijo y centeno, una cucharada de semillas de sésamo, una cucharadita de pipas de girasol, cuatro avellanas, cuatro almendras, cuatro nueces, cuatro pistachos y un vaso de leche. Con este desayuno de origen sueco, es de las mejores fuentes de minerales, vitaminas y proteínas. Es gracias a su excepcional composición nutritiva.
Es muy fácil de preparar, ya que solo necesitas mezclar todos los ingredientes en un bol y añadirles leche. Para los más golosos, puedes añadir una cucharadita de miel o de sirope de agave, uno de los consejos para sustituir el azúcar sin amargarte. Por otro lado, entre los 9 beneficios de consumir avena que probablemente no conocías, se encuentra su efecto saciante que conseguirá que no pases hambre hasta la hora de comer.
Smoothie de mango y semillas

Con 250 ml de agua, una taza y media de hielo picado, un plátano, un mango, una cucharada de extracto de vainilla, otra de miel y unas semillas de chía tienes tu smoothie con menos de 350 kcal. Fibra, calcio, magnesio... Son muchos los nutrientes de las semillas de chía y qué mejor manera de tomártelas para refrescarte que en un nutritivo smoothie. Primero corta el mango en trozos y mezcla en la batidora con el plátano en trozos, una cucharadita de extracto de vainilla y una de miel. Termina coronando de semillas el vaso.
Frutas, grosellas y yogur griego

Otro desayuno con muy pocas calorías es la mezcla de un melocotón, cinco uvas, un yogur griego, una cucharada de copos de avena y un poco de grosellas. Lava el melocotón y parte la mitad en gajos conservando la piel. Quita la piel a la otra mitad y córtala en dados pequeños. Pasa las uvas y las grosellas por agua y reserva junto con el melocotón. En un vaso de vidrio, introduce los dados de todas las frutas, añade yogur griego y decora con los copos de avena. Tu desayuno está listo y es un manjar dulzón para comenzar la jornada.
Tostada de requesón nueces y manzana

Con una manzana Royal Gala, un puñado de nueces, 50 gr de requesón, una cucharadita de miel y unas hojas de hierbabuena tendrás tres tostas de pan integral con semillas ideales para matar el hambre matutino. Con ayuda de un mortero o picadora, trocea las nueces y reserva. Ahora corta la manzana en rodajas finas y reserva también. Unta en cada rebanada de pan con un poco del requesón fresco, coloca tres rodajas de manzana por encima y agrega los trozos de nueces. Finaliza con un chorrito de miel por todo lo alto.
Tostada de aguacate y tomate

Necesitarás dos rodajas de pan de barra del día anterior, 6 tomatitos cherry un aguacate, 50 gr de queso cremoso light y aceite de oliva virgen extra. Primero, corta la barra de pan en dos rebanadas y tuéstalas en una sartén. Mientras tanto, parte los tomates cherry en dos o cuatro partes conforme su tamaño. Cuando las rebanadas se encuentren hechas, colócalas en un plato y úntalas con el queso cremoso. Retira la piel del aguacate y pártelo en rodajas. Luego coloca siete rodajas finas en cada una de las tostadas, añade los tomates cherry y finaliza con un chorrito de aceite de oliva.
Cremoso de muesli y fresas

Con una cucharada de avena, un puñado de pasas, cuatro cucharadas de yogur griego light, dos fresas y miel. En primer lugar, lava las fresas y retira las hojas verdes. Pártelas en cuartos. En un bol, echa el yogur griego e incorpora los copos de avena, las pasas y las fresas alrededor. Si deseas que esté más dulce, puedes incorporar miel en el bol y remover bien antes de incluir los cereales y las fresas. La fruta tiene infinidad de nutrientes y muchas veces, el secreto de las mejores recetas de primavera está en estos cinco ingredientes clave.
Muesli con kiwi y plátano

Un puñado de cereales de vena crujientes, un kiwi, medio plátano y un yogur cremoso: estos son los ingredientes que necesitamos. Primero tienes que quitar la piel del kiwi, partirlo en rodajas y dividir cada una de ellas en cuatro partes. Enseguida parte medio plátano en rodajas y reserva también. En un tarrito de vidrio, echa un poco del yogur, añade unos copos de cereales de avena, las rodajas del plátano y el kiwi en trocos. Incorpora después el resto del yogur y decora con kiwi y más cereales de avena.
Este artículo se publicó en la revista de papel número 2.007, cuyo autor original es Vera García.