Este plato es uno de los más preparados en verano, y es que por su sencillez y sabor, se ha convertido en uno de los favoritos para vestir las mesas veraniegas. Además de poder servirlo para el aperitivo, quedará fabuloso en una mesa festiva como entrante o como parte de una comida de picoteo.
Para prepararlo necesitarás mejillones, pulpo, langostinos, cebolleta, pimiento rojo y amarillo, y claro, lo necesario para aliñarlo y que quede súper sabroso. Nosotros haremos un aliño diferente a base de lima y vinagre de manzana para después servir el salpicón de marisco espolvoreado con perejil fresco picado. Si quieres que te quede mucho más sabroso, lo mejor es que lo prepares con antelación. Si lo conservas en la nevera desde la noche anterior, los sabores quedarán mucho más intensos. Para ello, es fundamental que consigas una buena textura en la vinagreta siguiendo nuestras indicaciones.
El truco para que el picadillo te quede bien rico, es picar finamente las hortalizas, y dejar en trocitos más grandes el marisco.
Ficha
Tiempo de preparación LowCalorieDietmin
Tiempo de preparación 15min
Tiempo de cocción 5min
Porciones
Tipo de receta (n/a)
Ingredientes
1 pimiento amarillo
1 pimiento rojo
1 cebolleta
120 g de pulpo cocido en conserva
12 langostinos
16 mejillones
3 cucharadas de aceite de oliva
1 cucharada de vinagre de manzana
1 cucharada de zumo de lima
Sal
Pimienta recién molida
Elaboración

Pon una cazuela con agua a hervir para cocer 3 minutos los langostinos. Pasado el tiempo, enfríalos sumergiéndolos en agua fría
para cortar la cocción. Escúrrelos y pélalos.
Pon al fuego la misma cazuela con un poco de agua para abrir los mejillones al vapor. Retira las cáscaras y conserva los mejillones.
Pela los langostinos, trocéalos y pásalos a una ensaladera. Agrega los mejillones. Escurre el pulpo, y agrégalo a la ensaladera junto con el resto de mariscos.
Limpia la cebolleta y los pimientos, y pícalos finamente antes de añadirlos a la ensaladera. Sazona al gusto y remueve.
Prepara la vinagreta mezclando el jugo de lima con el vinagre y el aceite. Lo mejor será que te ayudes de unas varillas para conseguir una textura homogénea.
Riega el salpicón con la vinagreta y consérvalo tapado con film transparente en la nevera hasta el momento de servirlo.