La pasta es un alimento básico en muchas cocinas alrededor del mundo, y España no es la excepción. Con un consumo promedio de 4,1 kilogramos por persona al año, según datos recientes, no es de extrañar que surjan preguntas sobre la mejor manera de prepararla. Entre las dudas más comunes se encuentra el momento adecuado para añadir sal al agua de cocción. ¿Debe hacerse antes o después de que el agua hierva? En este artículo, se expone la teoría del doctor en física, Vincenzo Schettini, donde explica de forma muy clara cuándo es el momento ideal para echar la sal al agua de cocción de nuestro plato de pasta.
Un enfoque científico puede ayudarnos a entender mejor el impacto de la sal en la cocción de la pasta. La sal tiene la capacidad de elevar ligeramente el punto de ebullición del agua. Sin embargo, el efecto es tan mínimo que, en la práctica diaria, no afecta significativamente el proceso de cocción. Para ilustrar este fenómeno, hemos tomado la palabra del doctor Schettini, @therealvincenzoschetinni en Instagram. Aproximadamente se necesitarían aproximadamente 250 gramos de sal en cuatro litros de agua para aumentar la temperatura de ebullición de 100 a 101 ºC. En la cocina cotidiana, la cantidad de sal utilizada es mucho menor.
¿Antes o después de hervir?

Además de conocer el secreto del chef Dabiz Muñoz para cocer la pasta, otra pregunta crucial es: ¿cuándo añadir la sal? Para ello, un físico italiano que es un divulgador de contenido en redes sociales, Vincenzo Schettini, ha desvelado cuándo se debe añadir la sal al agua de cocción de la pasta. Y la realdiad es realmente sorprendente. Asegura que "desde un punto de vista práctico, no hay una diferencia significativa entre añadirla antes o después de que el agua hierva". La pequeña cantidad de sal que se usa normalmente no altera la temperatura de ebullición de manera apreciable, por lo que no afecta el tiempo de cocción de la pasta. Así que, la elección depende más de la preferencia personal que de una regla estricta.
Consejos para añadir sal de manera segura

Para aquellos que prefieren agregar la sal cuando el agua ya está hirviendo, se recomienda hacerlo gradualmente. Esto se debe a que cada grano de sal actúa como un centro de nucleación, facilitando la formación de burbujas. Si se vierte toda la sal de una vez, puede provocar un aumento súbito de burbujas, lo que podría llevar a derrames. Añadir la sal poco a poco ayuda a controlar este efecto.
La cantidad ideal de sal
La cantidad recomendada de sal es de aproximadamente 10 gramos por litro de agua. Esto es suficiente para realzar el sabor de la pasta sin que resulte excesiva. En una olla estándar con cuatro litros de agua, esto equivaldría a unos 40 gramos de sal en total. Añadir más sal no mejora el sabor ni la textura de la pasta y puede resultar en un sabor demasiado fuerte. Mantener esta proporción es la opción preferida tanto por chefs como por expertos.