La curiosa historia de los pasteles
Conoce el extraño origen y desarrollo del postre más amado y rico para muchos: el pastel. Un gran impulso para la repostería del mundo.
Los primeros registros de recetas dulces simples se remontan a Mesopotamia y el Antiguo Egipto. Hace ya más de siete mil años que se crearon y empezaron a preparar las primeras tortas de miel, tartas dulces y bolas de masa rellanas de dátil. Fue en el Imperio Romano, hacia el siglo IV a.C. cuando se distinguió por primera vez la diferencia entre panadero y pastelero, introduciendo el oficio de los 'pastillariorum’.
La historia de la pastelería tiene una estrecha relación con la religión. Durante el siglo XVII, los conventos de monjas en Italia comenzaron a crear sus propios pasteles especiales, que fueron horneados a partir de recetas antiguas y se empezaron a vender al público.
Los europeos empezaron a tener contacto con otras culturas y otros productos que se incorporaron en la elaboración de pasteles. La introducción del cacao en Europa incrementó el consumo de azúcar por la excelente combinación, extendiéndose rápidamente por todas las cortes.
Mientras tanto, en Gran Bretaña, la repostería se sofisticó y los panaderos comenzaron a centrarse en las decoraciones y en el desarrollo de técnicas más elaboradas. Esto y el descubrimiento de la levadura biológica contribuyó con mayor fuerza a diferenciar al sector panadero por un lado y al pastelero por otro.
En el siglo XVIII en Francia se inició el desarrollo del hojaldre, lo que marcó definitivamente el inicio de la pastelería moderna. A finales de este siglo, concretamente en 1838, abrió la primera panadería austriaca en París y se comenzó a desarrollar con fuerza la línea de ‘bollería vienesa’ que se popularizó con productos como el croissant.
“La Guerra de los Pasteles” fue el primer conflicto bélico entre México y Francia, provocado en 1821 por el impago de unos pasteles. En ella se vieron involucrados comerciantes nacionales e internacionales, entre ellos, un pastelero francés que exigía una indemnización por los daños provocados por unos oficiales a su comercio, tras degustar una gran cantidad de pasteles sin pagar.
Durante el siglo XVIII y XIX, los pasteles se convirtieron en verdaderas obras maestras, muestra del ingenio y la creatividad, el refinamiento y gusto de los profesionales. Fue en pleno siglo XX, tras los descubrimientos y desarrollos técnicos, lo que permitió el dominio de temperaturas, fermentación y conservación, lo que propició los nuevos avances en pastelería.
Sin duda, la introducción de herramientas moderas y los nuevos métodos de cocción han dado lugar a grandes avances aumentando la productividad y la calidad de los productos con los que contamos hoy en día.