Esta receta demuestra que la tarta de queso sin horno puede estar riquísima también

Te demostramos con esta receta que la tarta de queso sin horno no tiene nada que envidiar a la que se cocina en el electrodoméstico siempre y cuando está tan rica como esta versión de Alma Obregón.
Tarta de queso fácil y rápida. ¡Sin horno y en 15 min!

No tienes horno o pasas de usarlo porque en tu casa solo sirve para guardar las sartenes, pero tienes mono de tarta de queso y necesitas una receta rápida y rica sin horno ya. No sigas buscando. La receta que compartimos en esta pieza es lo que estás buscando. El pastel de queso sin horno que demuestra que así puede estar tan rico como horneado.

La receta no es nuestra, sino de Alma Obregón, que es una de nuestras reposteras de referencia. No hay dulce que se le resista a la cocinera y diivulgadora en redes: da igual si quieres cookies, madalenas o tartas; Alma tiene la “fórmula mágica” siempre de las distintas recetas dulces.

También de la tarta de queso, que domina a su antojo. Las horneadas, con sabores distintos, de queso crema y miel, con baileys incluso, y también las hace con quesos más potentes como el de cabra. Y las tartas de queso sin horno también las clava.

Nosotros, cuando queremos preparar una versión sin horno del pastel o tarta de queso, no lo dudamos: esta receta con limón y coulis de frambuesa, un clásico de este dulce, es la que siempre preparamos. Ya nos darás las gracias por haberte contado este secreto… 

Receta de tarta de queso sin horno de Alma Obregón

Tarta de queso

Ingredientes

  • 200 gramos de galletas tipo Digestive (u otras al gusto)
  • 100 gramos de mantequilla
  • 250 ml de nata para montar
  • 250 gramos de queso de untar, tipo crema
  • 3 hojas de gelatina
  • 100 ml de zumo de limón
  • 80 gramos de azúcar o edulcorante al gusto
  • 75 gramos de frambuesas machacadas
  • 10 gramos de azúcar para el coulis
  • Nata montada para decorar
  • Frambuesas para decorar

Elaboración

Paso a paso

Prepara la base primero. Pica las galletas en la picadora y reserva.

Funde la mantequilla y mezcla con las galletas machacadas.

Engrasa un molde desmontable para que sea fácil sacarlo y coloca un papel de horno en la base con el mismo objetivo. 

Coloca la base por todo el molde tratando de subir por las paredes bastante para que esté más firme. Ayúdate de un vaso para dejar fina y aplastada la masa.

Mete en la nevera mientras preparas la tarta.

Prepara el coulis de frambuesa. Coloca las frambuesas en un cazo con el azúcar (10 gramos) y a medida que se ablanen, aplástalas con una espátula. Déjalas semitrituradas.

Mientras se cocina el coulis, haz el zumo de limón.

Calienta el zumo de limón con el azúcar (80 gramos) en otro cazo.

Mientras, coloca la gelatina dentro de agua muy fría. Se puede hacer sin ella, pero es más díficil de desmoldar. Depende de tu gusto y pericia en el desmolde. 

Una vez hidratada la gelatina, apaga el fuego del zumo de limón y añade la gelatina. Muévela para que se deshaga. Cuando lo haya hecho, pasa la mezcla a un bol para que enfríe. 

Prepara el relleno. Empieza montando la nata hasta que esté firme, no excesivamente firme. Tiene que estar fría.

Pon la nata en un bol y, por otro lado, mezcla el queso y añade en dos o tres veces el zumo de limón. Hazlo en el mismo bol donde has montado la nata. Utiliza en ambos casos las varillas. De ser horneada, la tarta de queso no se bate con varillas. 

Añade la nata con movimientos envolventes al queso y el zumo de limón. Ayúdate de una espátula para integrar la mezcla.

Incorpora la salsa o coulis de frambuesas. Mezcla pero no por completo, con zonas con más fruto y otras con más queso.

Toma el molde, rellénalo y devuévelo a la nevera un mínimo de tres o cuatro horas, o de un día para otro incluso. 

Antes de servir, desmolda y decora con más frambuesas y nata montada (puedes montarla tú o comprarla).

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