De la repostería francesa podemos degustar auténticas delicias. No hablamos solo del croissant, el rey de Francia, sino que también hablamos de los éclair (pepitos, para los españoles que crecimos a finales del siglo pasado); crepes dulces (aunque lleven Nutella, que es italiana); los millefeuille, que son algo así como nuestras milhojas; la tarta de limón o la crème brûlée. Y entre las galletas tradicionales de la gastronomía francesa, no todo son los macarons, esa especie de galleta de colores famosa en el mundo entero. Hay otra galleta francesa que nos apasiona y que también es muy tradicional.
Se trata de las galletas palet breton, de forma redondeada y gruesa, con un color dorado espectacular, que se hace la boca agua al verlas. Su olor y sabor intenso a mantequilla recuerdan a las shortbread escocesas y, en realidad, tiene sentido que así sea porque las palet breton son galletas tradicionales no de toda la repostería francesa, sino de la región de Bretaña, como su propio nombre indica. Esta es una zona del noroeste de Francia, frente a las islas británicas, de ahí que exista una conexión cultural que también se nota en la gastronomía de la zona.
Las palets breton o de Bretaña se pueden adquirir en algunas tiendas especializadas en productos delicatessen del país vecino, pero también las puedes cocinar en casa. La clave es que queden crujientes, doraditas y con una textura similar al mantecado.
Nosotros, cuando las preparamos en casa, seguimos la receta del blog Recetas para dos. Ya verás que no llevan ingredientes poco habituales ni difíciles de encontrar.
Receta de palet breton
Ingredientes
- 80 gramos de azúcar
- 2 yemas de huevo
- 80 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
- 140 gramos de harina
- 6 gramos de levadura
- 2 pizcas de sal
Elaboración

Paso a paso
Bate las yemas de huevo una vez separadas de la clara con la ayuda de unas varillas junto con el azúcar. Quedará una mezcla blanquecina.
Añade la mantequilla a temperatura ambiente a la mezcla de la yema y el azúcar e integra todo muy bien con la ayuda de las mismas varillas.
Añade la harina junto con la levadura y la sal y , de nuevo, mezcla todo muy bien para que se integre.
Pasa la mezcla a un papel film, como hacemos cuando preparamos cookies clásicas, como estas de los hermanos Torres. El objetivo es darles forma alargado, como de embutido. Envuelve bien la masa y deja que repose al menos dos horas en la nevera.
Precalienta el horno a 180 grados.
Mientras tanto, saca la masa del frigorífico y corta en círculos de alrededor de un centímetro y medio de grosor. Son galletas gruesas.
Coloca las galletas en un molde rígido, como el de las magdalenas u otro que impida que en el horno se deformen. Si las colocas sobre papel de horno, en un bandeja, cosa que puedes hacer, su aspecto será más rústico porque al expandirse se perderá la forma redonda perfecta. Tampoco hay mayor problema.
Hornea durante 20 o 25 minutos, hasta que estén ligeramente doradas.
Deja que enfríen sobre la rejilla del horno. En un recipiente hermético pueden aguantar perfectas varios días.